Un ourensano se olvidó del móvil en las escaleras de la Biblioteca Pública de Ourense y días después el teléfono apareció en la conserjería.
David Lastra envió una carta al director a este diario para expresar su deseo de felicidad, al ver el acto solidario de un ciudadano después de perder el móvil.
"Sólo comentar que el comportamiento humano, no siempre es tan deleznable como a veces lo queremos pintar.
El domingo 8 de mayo me dirigí al PAC de la C/Concejo de la ciudad para una visita urgente que mi esposa necesitaba. Al llevar con nosotros dos menores, no procedía que todos irrumpiésemos en la consulta médica con lo cual me senté en las escaleras de la biblioteca que está al lado, entreteniendo a los niños allí. Al terminar con la consulta, emprendimos el regreso a casa, dándonos cuenta ya en el camino -vivimos en Pereiro de Aguiar- de que en las escaleras se había quedado mi móvil.
Al darnos la vuelta a buscarlo nos encontramos con el que el teléfono no estaba. Dejé una nota en el
buzón con mis datos para que si alguien de buena voluntad lo encontraba, supiera que ni el teléfono, ni el dinero que llevaba en la funda me importaba tanto como las fotos que se guardaban en la memoria que pertenecían al crecimiento de mis hijos.
El teléfono apareció depositado en la conserjería de la biblioteca.
¿Qué puedo hacer más que ponerlo en conocimiento de los demás ciudadanos, para que no perdamos la confianza en que a pesar de todo, sigue habiendo personas de bien?
Me gustaría saber quien o quienes han sido. Pero sé que normalmente estas personas no buscan notoriedad, y que sus buenas acciones son la mayor recompensa. Que sepan que también tienen todo mi agradecimiento."
