ASESINATO

Dos pisadas y una colilla, pistas para dar con los encapuchados

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photo_camera Un agente durante la inspección ocular en la vivienda del matrimonio asaltado en Allariz.

La Guardia Civil trabaja para identificarlos con pocos indicios, ya que no dejaron huellas dactilares

Los encapuchados no dejaron huellas dactilares en las dos viviendas que asaltaron, la primera el pasado 17 de enero en San Mamede de Urrós (Allariz), y la segunda hace hoy ocho días en Güin (Bande). En el inmueble del municipio alaricano, los asaltantes eran cinco. En el de Bande, participaron cuatro.

Agentes de la Unidad de Criminalística de la Guardia Civil inspeccionaron minuciosamente cada uno de los inmuebles a la búsqueda de pistas que pudieran identificar a los asaltantes, pero no las encontraron.

En la primera de las casas, la del matrimonio Ramón Rodríguez (84 años) y Adoración Vibe (82), los agentes incluso llegaron a revisar cada palmo de la ropa que vestían las víctimas, pero el trabajo no dio frutos.

Lo mismo hicieron en la vivienda de Güin, en la que residen tres hermanas, Balbina, María y Josefa López Arias, de 80, 79 y 71 años, respectivamente, en la que incluso llegaron a buscar sin resultados positivos en el patio que da acceso al inmueble y en el exterior de las casas colindantes.

Los investigadores recogieron dos huellas de zapatilla de deporte, una colilla, un trozo de tela y un palo de madera que remitieron a analizar en su laboratorio de criminalística en Madrid por si aparece alguna pista que permita identificar a los asaltantes. Sospechan que los cinco encapuchados que asaltaron al matrimonio de octogenarios de Allariz son los mismos que entraron en la casa de la tres hermanas de Bande, aunque uno se quedó fuera del inmueble, vigilando, para confundir a las propias fuerzas de seguridad.

Y mientras no llegan los resultados del laboratorio, la comandancia optó por intensificar la vigilancia, sobre todo entre las 18,00 y las 02,00 horas en las carreteras secundarias de la provincia, por un lado con el objetivo de impedir nuevos asaltos y, por otro, al entender que los ladrones pueden ser detenidos dentro de un control rutinario.

Los dispositivos de seguridad se establecieron en los últimos cinco días en los viales que surcan las comarcas de A Limia, Maceda, Allariz y Celanova, pero, según pudo saber este periódico, se van ampliar a toda la provincia.

Guantes de goma y vestimenta con capucha

La Guardia Civil sospecha que los encapuchados integran una banda que está asentada en la provincia.  Según pudo saber este periódico, los agentes no descartan que sean más de cinco personas, que preparan con antelación cada uno de los asaltos, llegando incluso a estudiar el terreno y las carreteras para huir lo más pronto posible del lugar. También eligen calzado y ropa adecuada, que sea de tallas grandes  para no ser reconocidos y que  las chaquetas o americanas tenga capucha para cubrir parte de la cabeza. 

Los ladrones, según los datos recogidos por los investigadores, utilizan guantes para no dejar huellas dactilares y,además de armas de fuego, pistolas, posiblemente también van armados con palos. Los agentes están convencidos  de que su "modus operandi" es el efecto  sorpresa, entrar en las viviendas cuando las víctimas menos se lo esperan. 

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