La meteorología es la principal causante de la falta de bañistas en las piscinas.
Terra de Celanova
En Terra de Celanova se vieron afectados por la meteorología. “A xente está pendente do ceo, esperando a última hora para ver si se poden ir a darse un baño”, reconocía el concejal celanovés, Javier Fernández Pulido, quien resalta que el tiempo tiene condicionada la asistencia. A pesar de que el tiempo no acompaña, matiza, hay mucha más afluencia que el año pasado. El día de mayor concurrencia han sido 200 personas (sobre un aforo al 50% de 308 personas), y los que menos no llegan a 100.
El Concello de Celanova, en un intento de atraer más usuarios, optó por rebajar el precio de la entrada, a unos simbólicos cincuenta céntimos, para favorecer su uso y disfrute por parte de la población local y visitante.
En el caso del municipio de Cartelle, las piscinas permanecieron cerradas en el año 2020 por la pandemia. Ante su apertura este verano, el alcalde, Jaime Sousa, reconocía estar satisfecho por abrirlas para “dar vida” al pueblo, si bien lamentaba que el tiempo esté impidiendo darles más uso por parte de los vecinos y veraneantes.
Además, los concellos subrayan la seguridad de estos espacios, donde se cumplen sin incidencias los protocolos y medidas covid, donde la gente respeta en todo momento las normas de uso de los vasos y vestuarios.
Trives
El Concello de Manzaneda consigue todos los años un socorrista, y siempre el mismo. El municipio cuenta con un vecino natural de Manzaneda que cada año elige este pueblo para desempeñar sus labores. Tras su apertura el 1 de julio, la pandemia no llegó en ningún momento a causar inconvenientes en el tránsito de usuarios, acogiendo a turistas y vecinos que en todo momento respetaron las normativas marcadas por el covid-19.
Además, el éxito de las piscinas de Manzaneda es notable, debido a que la entrada a las instalaciones es gratuita, tanto para vecinos como para turistas, incrementando la concurrencia de personas, las que disfrutan del servicio de bar con el que cuenta la zona, muy demandado por los usuarios.
En el concello vecino de San Xoán de Río se prevé abrir su área recreativa de A Veiga esta próxima semana -solo queda colocar el césped-, una zona de ocio y deporte que iniciaba sus obras dos meses atrás. Sus piscinas son naturales, llenas con agua del río y sin clorar. Además, estas no necesitan socorrista, según indica su alcalde, Xosé Miguel Pérez, quien llama a la zona “o Copacabana de Río, ata temos a mesma area que Sanxenxo”. El lugar también cuenta con un campo de fútbol playa y parrillas para barbacoas.
O Ribeiro
Desde la casa consistorial de Ribadavia aseguran que fueron los primeros de la provincia en abrir sus piscinas municipales, el 21 de junio, recibiendo en ese mes 299 usuarios. Esta cifra se incrementó durante el mes de julio, llegando a registrar 1.508 personas, siendo los días de mayor asistencia el 16 y 20 de julio, con 102 usuarios, “respectando as quendas, estipuladas pola situación do coronavirus, dun máximo de 60 persoas pola mañá e outras tantas pola tarde”, explica Brais Fidalgo, concejal de Economía e Dereitos Sociais, quien considera que “o tempo non está axudando, pero estamos contentos porque o pasado ano estiveron pechadas”.
El Concello de Ribadavia, dentro de los protocolos covid, requiere que el acceso a las instalaciones se realice con reserva previa, a través de la web del Consello Municipal de Deportes de Ribadavia o directamente en sus oficinas. Cada usuario podrá reservar un máximo de siete turnos, debiendo elegir entre la mañana o la tarde.
Además, este Concello organiza cursos de natación para niños durante los meses de julio y agosto en las instalaciones de A Veronza -así se llaman las piscinas-, a los que asisten un total de 100 alumnos, 48 estuvieron durante el mes de julio, y otros 50 están aprendiendo a nadar estas semanas. El éxito de la iniciativa se muestra en que “pais e alumnos están moi contentos cos monitores”, destaca Fidalgo.
