Hoy en día, el precio que paga Inglaterra por la pizarra gallega importada es de los más bajos que aplica el sector.
El sector de la pizarra mira de reojo hacia Inglaterra. Los empresarios pizarreros temen que las exportaciones sufran las consecuencias del "Brexit". "Todo el mundo dice que va a bajar el Producto Interior Bruto y la libra se va a devaluar, por lo que la pizarra será más cara", comenta Severino González, gerente de la Asociación Galega de Pizarristas.
Una devaluación de la moneda inglesa es, en principio, el peor de los escenarios a los que se enfrentan las canteras de pizarra. Afectaría al sector, sin duda, pero posiblemente sus efectos no fuesen excesivamente graves, principalmente, porque la medida también la acusarán los principales competidores del sector, especialmente Brasil.
Hoy en día, el precio que paga Inglaterra por la pizarra gallega importada es de los más bajos que aplica el sector. Según las estadísticas que manejan los pizarreros, referidos a las exportaciones realizadas por las canteras gallegas y castellano-leoneses en el primer trimestre de 2016, los distribuidores pagan una media de 481 euros por tonelada. Esta tarifa es un 9 % inferior a los 529 estimados para el total de las exportaciones, y está muy por debajo de los 532 y 578 euros que pagan los importadores franceses y alemanes, respectivamente.
El posible encarecimiento del producto también afectaría a las canteras brasileñas, que están aplicando tarifas más caras que las gallegas. La escasa producción inglesa de esta roca obligará a los importadores a seguir recurriendo a los pizarreros gallegos.
La situación sería más preocupante con un empeoramiento general de la economía de Inglaterra, pues podría desembocar en un enfriamiento del consumo. En el sector recuerdan que, nueve años después del inicio de la crisis económica y de los problemas para el sector pizarrero, las exportaciones inglesas son las únicas de que evolucionan favorablemente.
En el primer trimestre del año, el Reino Unido aumentó sus importaciones un 2 %, respecto al mismo periodo de 2015. La importancia de este incremento es subrayada por los descensos que acusaron otras dos importantes naciones importadoras: Francia y Alemania, que acusaron caídas del 1% y del 14.
