Una plancha de 40 toneladas de la presa de Velle se desprende al fondo del río Miño

LR- Una plancha de hierro de 40 toneladas de peso se desprendió ayer de las compuertas del embalse de Velle y fue parar al fondo del agua. Una potente grúa, que estaba siendo montada ayer, y un grupo de buceadores intentarán llevarla hoy hasta la superficie para devolverla a su lugar. El desprendimiento se produjo durante una maniobra de apertura de las compuertas para liberar agua al cauce del río Miño. Los trabajos para recuperar la estructura de hierro obligaron a cortar el tráfico entre Velle y Oira.

Una potente grúa, que estaba siendo montada en la tarde de ayer, y un grupo de buceadores, intentarán sacar hoy a la superficie la plancha de hierro que se desprendió de las compuertas del embalse de Velle. La estructura, que pesa 40 toneladas, fue a parar al fondo del agua acumulada en la presa.

El siniestro se registró el pasado fin de semana durante una maniobra en el sistema de apertura de las compuertas para liberar agua al cauce del río Miño. ‘La plancha servía para abrir y cerrar las compuertas’, explicaron fuentes de Unión Fenosa, propietaria del embalse.

Los responsables de la compañía hidroeléctrica ya colocaron el miércoles un grúa para intentar retirar la estructura metálica de las profundidades del embalse de la estructura metálica, pero, según fuentes de la empresa, no lo consiguieron ‘porque es mucho peso. Es necesaria una grúa más potente y un equipo de buzos’, señalaron, recordando que la caída de la placa no representa ningún riesgo en la seguridad de las compuertas, ‘no hay ningún peligro de rotura’, apuntaron.

El embalse puede llegar a almacenar 17 hectómetros cúbicos de agua y ayer, según fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, estaba al 82,35 por ciento de su capacidad. Incluso las turbinas de la central hidroeléctrica estuvieron produciendo energía eléctrica.

Las únicas alte raciones que se podían observar en la zona, eran, por un lado, un grupo de trabajadores atornillando hierros para montar la grúa, y, por otro, el cierre al tráfico de la carretera que, sobre las compuertas, enlaza la N-120 y Velle con el barrio de Oira y el municipio de Coles. El corte del vial estaba perfectamente señalizado, pero, aun así, incontables conductores circulaban hasta las mismas puertas del embalse intentando cruzar, la mayoría con destino a las instalaciones de las piscinas municipales de Oira.

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