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Plataformas web perforan el futuro del negocio del transporte y la hospedería

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photo_camera El centro de la ciudad acoge decenas de viviendas que se alquilan por días.

La provincia es líder en el número de usuarios de coches compartidos a nivel gallego, aunque no recibe influencia de Uber

Las plataformas de economía colaborativa sin regulación tienen una implantación desigual en la provincia, donde sin embargo las deficiencias en las conexiones de transporte hacen líder a nivel gallego a Ourense en el uso de Blablacar, la plataforma de uso compartido de coches, mientras que las de vehículo de transporte con conductor, que pretenden hacer la función de los tradicionales taxis, como Uber o Cabify, ni siquiera tienen servicio activo todavía en la provincia.

Estas nuevas formas de colaboración, que cruzan en muchos casos la ilegalidad, también tienen uno de sus pilares en la provincia en la plataforma Airbnb, que sirve de contacto para usuarios que desean poner en alquiler casas o habitaciones por días, y a usuarios que intentan encontrar un alojamiento.

Detallando lo ya mencionado, a pesar de que Ourense es la provincia menos poblada de la comunidad autónoma lidera los números absolutos de registrados en Blablacar, con 42.744 ourensanos en 2016. Esta cifra supera con creces los 40.589 de A Coruña, los 24.425 de Lugo y los 17.242 de Pontevedra.

El trayecto más utilizado, con diferencia, es el que conecta la capital de As Burgas con Vigo, que capitaliza 4 de cada 10 viajes de esta red de transporte compartido. Le sigue la conexión con Santiago y Pontevedra, con 2 de cada 10 viajes organizados cada uno, y Lugo y Madrid, con 1 de cada 10.

Los particulares ofrecen viajes a Vigo por una media de seis euros por trayecto, un precio que apenas difiere de los precios de los servicios de autobuses (6,55 euros), que con tarifa de descuento se pueden obtener por poco más de tres euros por viaje.

En cuanto a los alojamientos, la plataforma Airbnb ofrece a día de hoy solo en la ciudad y su entorno 194 alojamientos, una parte de ellos de dudosa legalidad, habida cuenta que según los últimos datos actualizados por la Xunta de Galicia, la provincia cuenta con 100 viviendas "de uso turístico" registradas, que suman un total de 500 plazas de alojamiento. Es una modalidad que ya tiene presencia en uno de cada tres concellos ourensanos.

Desde Turismo, consideran que es una demostración de que las viviendas de particulares "estanse a incorporar dunha maneira moi natural ao conxunto da oferta de aloxamentos turísticos regrados", aunque todavía más de un centenar de ellas se escapa de dicha legislación, introduciéndose así dentro de la economía sumergida.

DE 8 A 160 EUROS

El precio medio por persona y noche en esta plataforma oscila desde los ocho a los más de 160 euros, y ofrecen desde estancias en pisos estándar del extrarradio hasta lujosas instalaciones en pleno centro de la ciudad. De momento, son pocas las que demuestran tener una licencia en activo para alojar a turistas, por lo que muchas continúan ejerciendo en la clandestinidad de la red.

El sector al que de momento no ha llegado la fiebre de las plataformas online es el del taxi, aunque el pasado miércoles los taxistas salieron a la calle en solidaridad por lo que padecen sus compañeros de las grandes urbes.

Wallapop daña la segunda mano: "Es muy difícil sostener negocios así"

El auge de Wallapop, la aplicación móvil que permite a cualquier persona poner a la venta los productos que tiene por casa y ya no usa,  ha puesta en jaque al sector de la venta de productos de segunda mano. El Rastro Remar mantiene dos tiendas abiertas en Ourense, aunque en este caso sus ventas son de carácter benéfico, lo que les permite seguir abiertos. "Es muy difícil ahora mantener un negocio de productos usados pagando seguros y con el objetivo de tener un lucro", asegura Pedro Naves, responsable de Remar. 

La situación ha cambiado con los años, "antes había mucho más volumen de negocio", aunque ellos mantienen que la seguridad es distinta. "Nosotros recogemos electrodomésticos usados y otro tipo de mobiliario a domicilio y si algo tiene algún defecto, lo arreglamos", mantiene Naves. En la ciudad, pueden encontrarse en la aplicación Wallapop miles de productos. Hay vestidos usados desde 3 euros a la venta, percheros, camisetas y jerseys, zapatos de mujer desde 15 euros, consolas, móviles, mandos a distancia y hasta coches de segunda mano. 

El problema es que aplicaciones como esta sirven también de refugio para  delincuentes. El pasado mes de junio  fue detenido un estafador ourensano que vendía cámaras y productos de última generación en Wallapop que, una vez cobrados, nunca llegaba a entregar. 

José Antonio López, de Reestrea, en la rúa Cervantes, destaca en que "las tiendas físicas de segunda mano tenemos un registro de las compraventas, lo que aumenta la seguridad". 

Blablacar: "O 70% son estudantes universitarios"

El perfil de los usuarios de Blablacar es claro. El ourensano Borja Rodríguez es conductor habitual en el trayecto Ourense-Santiago y describe cómo son sus usuarios: "A maioría dos que viaxan comigo son xente universitaria, e outros moitos que van os xoves á tarde para saír de festa. Un 70% é deste perfil".  Rodríguez sitúa en otro 20% "xente nova que vai ao aeroporto ou que volve do mesmo". Un porcentaje más "residual" lo representa personas  de más edad que "veñen con máis desconfianza e que se caracterizan porque lles reservan a viaxe os familiares".

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