COMERCIO LOCAL

La Plaza de Abastos, en un laberinto

photo_camera Estado de las obras del edificio provisional en la Alameda para los placeros, en la tarde de ayer.

La rehabilitación de la plaza de abastos de As Burgas no termina de arrancar, con una serie de contratiempos que ha tenido que ir sorteando. La justificación de la prórroga de la subvención, última piedra en el camino del proyecto.

L

a esperada rehabilitación de la plaza de abastos número 1 de Ourense está perdida en un laberinto. Los retrasos en los plazos comprometidos en el año 2015, cuando se conoció que el Ministerio de Fomento accedía a financiar, con cargo al 1,5% cultural, 3,6 de los 5,5 millones que costará la reforma, han dado pie entre los escépticos a la especulación, algo que desde el gobierno municipal quieren atajar, aunque con reservas. "A día de hoy no hay riesgo de perder la subvención, pero tenemos que ser diligentes", avisa el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez.

Las dudas emergen por la falta de un acta oficial que valide una nueva prórroga en la ayuda estatal –el regidor la garantiza– que permita ejecutar el proyecto hasta el 31 de diciembre de 2019. Para el interventor municipal, encargado de fiscalizar la contratación del proyecto, es obligado en estos momentos que el pleno apruebe un compromiso de gasto por el precio total de la reforma, para cubrir cualquier imprevisto. Ese paso, imprescindible para licitar la obra, se ha topado con las dudas de la oposición, que quiere garantías de que la ciudad no va a tener que asumir los más de cinco millones del total de la rehabilitación. La pescadilla que se muerde la cola.

Esta circunstancia se une a los retrasos con la obra del edificio provisional que albergará a los placeros en la Alameda, que comenzó a mediados de junio (el plazo de ejecución es de cuatro meses) pese a que fue adjudicada por el gobierno local en la última semana de diciembre.

En ese período, el gobierno local tuvo que lidiar con las diferentes peticiones de los placeros por la distribución de los puestos en la ubicación provisional que se ha elegido, un equipamiento en el que deberán estar 22 meses, el tiempo previsto que durarán las obras de rehabilitación del mercado.

Entre enero y junio de este año, el gobierno local se hartó de anunciar en varias ocasiones un inicio "inminente" de la construcción de la plaza provisional, sin que esta fuese una realidad hasta mediado el ejercicio, momento en el que se resolvió el encaje de los comerciantes, entre los que sigue existiendo cierta tensión.

Con este edificio a medio hacer y las diferencias entre sus inquilinos sin resolver, queda por definir la vía de acuerdo que pueden consensuar los grupos políticos para  que la Plaza salga de su laberinto. 

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