La recaudación tributaria sigue al alza pese a la "prudencia" con la que se elaboró el presupuesto
Una de las claves de cualquier gestión pasa por una buena previsión que permita conocer los recursos de los que se dispone para afrontar el ejercicio, que deben reflejarse en los presupuestos. Así consta en el anteproyecto elaborado por el departamento económico del Concello, en el que el jefe de servicio señala en varios apartados de su informe la "prudencia" por la que optó en la estimación de ingresos tributarios por algunos impuestos que, a diferencia de otros como el IBI o el de circulación, tienen un impacto más difícil de calcular.
Esta contención no impide que la recaudación tributaria prevista se eleve por encima de los 48 millones, más que en el último presupuesto. El informe emitido por el jefe del órgano de Gestión Tributaria pone el foco en los Impuestos sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, conocido como popularmente como plusvalía, o el Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO).
"Aínda non se poden prever todos os efectos que para a liquidación e recadación deste tributo supoñen as sentencias, estando pendentes de coñecer o resultado dos recursos de casación admitidos a trámite polo Tribunal Supremo, así como a cuestión de ilegalidade presentada polo Xulgado do Contencioso-Administrativo número 1 atópase tamén pendente", señala el documento sobre la plusvalía, lo que supone que se haya decidido consignar la cantidad de tres millones de recaudación, pese a que los tres últimos años superó los seis.
A expensas de otros factores también está el ICIO, "directamente relacionado co nivel que alcance a actividad constructora do municipio, o que dificulta o cálculo provisional", según el responsable de elaborar los presupuestos.
Los números le dan la razón. La recaudación en Ourense por este tributo ha oscilado entre los tres millones de 2004 y una cantidad incluso negativa de -45.737 euros. La crisis, el estallido de la burbuja inmobiliaria y la anulación del Plan Xeral de Ordenación Municipal supusieron el cóctel perfecto para desplomar los ingresos por esta vía, por encima del millón de euros hasta 2011.
No obstante, en los últimos dos años, se atisban síntomas de recuperación, con casi 900.000 euros, a falta de la liquidación definitiva, en 2017. Pese a esta evolución, se fija una partida de 600.000 euros.
Sin impacto en el IBI
Al menos en el actual ejercicio, la rebaja del 10% en el tipo de gravamen en el IBI no supondrá una merma de ingresos por este concepto. Pese a que la disminución supondría una caída de la recaudación en tres millones, la regularización catastral supondrá aproximadamente 1,5 millones más, mientras que las liquidaciones por atrasos, "aínda que sexan de difícil cuantificación, se cifran en una cantidad de 3,5 millones.
Mientras, el Impuesto de Rodaje mantiene una ligera disminución anual, situándose ahora en 4,5 millones. El Impuesto de Actividades Económicas supera los 1,1 millones, tras crecer en los últimos ejercicios.
