día de la mujer

El poder, todavía cosa de unas pocas

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Solo 12 de los 92 concellos de la provincia están gobernados por mujeres, que representan apenas el 30% de los  900 concejales que fueron elegidos en las urnas por los ourensanos en las últimas elecciones municipales

La brecha de género está todavía muy lejos de cerrarse en la gran mayoría de ámbitos de la sociedad y la política no es una excepción. Aunque es innegable que se han dado pasos en los últimos tiempos, las cuotas de representatividad siguen muy lejos de una paridad real. Según los últimos datos del padrón, las mujeres representan casi el 52% de la población en Ourense, pero solo el 30% de los concejales electos en los últimos comicios municipales de mayo de 2015, mientras que el porcentaje de alcaldesas se reduce hasta el 13%, y la suma total de la población que gobiernan es de 20.219 personas, algo más de un 6,4% del total provincial.

"Sí, efectivamente, queda mucho por hacer", resume Asunción Morgade, la última mujer, hasta la fecha, que ha tomado el mando de un concello en la provincia, concretamente en Rairiz de Veiga. Morgade accedió al poder en enero de 2015, apenas medio año después de la investidura de Xaquín Rodríguez, condenado por un delito continuado de prevaricación por el que dimitió.

Rairiz se unía así a otros 11 municipios que, o bien ratificaron en mayo de 2015 al frente de su gobierno a una mujer -Cartelle (Carmen Leyte), Carballeda de Valdeorras (María del Carmen González), A Bola (Teresa Barge), Porqueira (Susana Vázquez), Gomesende (Pura Rodríguez), Lobios (María del Carmen Yáñez), Melón (Cristina Francisco), Castro Caldelas (Sara Inés Vega)- o invistieron por primera vez en esos comicios a una alcaldesa, como son Parada de Sil (Yolanda Jácome), Oímbra (Ana Villarino) y A Rúa (María González).

Carmen Leyte y María del Carmen González se situaron en mayo de 2015 como las regidoras más veteranas de Ourense, después de que los vecinos de Ramirás no ratificasen la mayoría absoluta de María Otilia López, en el poder desde 1975. La mandataria de Cartelle recuerda como, en sus inicios políticos, "realmente era muy raro" que una mujer diese el paso, no solo de encabezar una candidatura, sino simplemente de ir en ella.

"Antes era bastante más complicado, realmente sí era un mundo de hombres", apunta Leyte, que se congratula del "salto importante" que se ha dado hasta la actualidad, "segura" de que en 2019 el número de concejalas y alcaldesas seguirá creciendo.

Con todo, varias de las alcaldesas ourensanas reconocen que todavía permanecen latentes varios estereotipos entre la sociedad cuando una mujer se pone al mando de una institución como un ayuntamiento. "Cos homes, presuponse todo, mentres que unha muller ten que gañarse o seu respeto", comenta la regidora de A Rúa, María González; algo que comparte desde Lobios María del Carmen Yáñez: "A xente permítese certas licenzas".

Una manera para poder seguir avanzando en la igualdad pasa por potenciar, no solo la paridad en las listas electorales, sino en tratar de que cada vez sean más las mujeres que sean designadas para encabezarlas.

Como ejemplo, la junta electoral validó en los últimos comicios locales un total de 286 candidaturas en los concellos ourensanos. De estas, únicamente 58 estaban encabezadas por mujeres, poco más de un 20%. "Falta bastante, se está avanzando, pero muy lentamente", entiende la alcaldesa de Porqueira, Susana Vázquez, que llegó en 2003 al poder con solo 30 años.

Sin embargo, no son solo los puestos altos los que copan los políticos varones. De los 900 concejales elegidos en las últimas municipales, solo 273 eran mujeres, con apenas dos concellos, Allariz y Castro Caldelas, con una corporación en la que predomina el sexo femenino.En el extremo contrario, todavía resisten cuatro ayuntamientos en los que las mujeres no consiguieron ninguna representación: Calvos de Randín, Montederramo, Quintela de Leirado y San Xoán de Río.

El antídoto, según coinciden las alcaldesas ourensanas, pasa por una receta que incluya una educación en igualdad para las generaciones jóvenes e incidir en las medidas para la conciliación, la única solución para conseguir una igualdad real de oportunidades.

"Fai falta ter servicios para conciliar, porque o peso das casas todavía recae maioritariamente sobre a muller", apunta Ana Villarino, regidora de Oímbra que puede presumir de ser el único concello de la provincia en la que todos los grupos con representación tienen una mujer como portavoz. Pequeños pasos que contribuyen a visibilizar un fenómeno ya imparable, el de un poder con un acento femenino cada vez más mayor. En este sentido, Villarino cuenta una anécdota que confía en que sea un reflejo del futuro: "Organizamos un pleno infantil e os rapaces elixiron a unha nena como alcaldesa. Seguramente, hai uns anos, esto non ocurriría".

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