"Han reducido el servicio en cuatro camas, dejándolas en 10 y no hay personal suficiente para atenderlos", señala Asunción Maus, de la Comisión de Centro
Trabajadores de Paliativos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) alertan de que su unidad es el "ejemplo más trágico" del traslado al nuevo edificio de hospitalización, ya que se quejan de una "disminución" en la calidad del servicio. Esta unidad se encontraba en el Santa María Nai, aunque una vez se ha cerrado la hospitalización en este edificio han sido trasladados a la primera planta del Hospital Cristal. "Han reducido el servicio en cuatro camas, dejándolas en 10 y no hay personal suficiente para atenderlos", señala Asunción Maus, de la Comisión de Centro.
Señalan que las habitaciones "no están preparadas", que la sala para familiares de esta unidad "no está adaptada a sus necesidades, al carecer de microondas o duchas, como había en el Santa María Nai", que las habitaciones tienen ventanas bloqueadas que "no se pueden abrir" y que "no hay intimidad" al convertirse en área de paso".
Desde el CHUO, aseguran que "todo es mejorable" pero que la actual ubicación fue escogida por el servicio de Oncología (donde se incluye Paliativos) "siguiendo parámetros clínicos y funcionales". De hecho, manifiestan que las condiciones "no empeoran", sino que "incluso mejoran, al tener ahora todos los servicios en el hospital", y que "no es una zona de paso, sino que hay acceso restringido".
En cuanto a la sala para familiares, señalan que "a escasos 60 pasos hay una zona con todas las comodidades y duchas". Además, dicen que se va a habilitar "un sala con cocina" y que "todas las habitaciones cuentan con un sofá cama para acompañantes".
