La policía asegura que entraban al Maeloc sólo para comprar cocaína
El trasiego de clientes por el bar Maeloc , en el número 30 de la plaza de la Alameda de Verín, en los primeros meses de 2010 daba de que hablar y que pensar. Agentes que formaron parte del operativo de vigilancia fuera del local para desmantelar una trama de tráfico de drogas coincidieron ayer en la sala de vistas de la Audiencia en que, en esas fechas, había un inusual movimiento de personas que acudían al citado pub.
Entraban y al poco tiempo se iban, sin consumir nada. "Entraban personas, compraban (la droga), estaban varios minutos y se marchaban sin haber consumido ningún tipo de bebida", según indicó uno de los agentes que realizó labores de vigilancia en el interior del establecimiento, a cargo de uno de los cinco acusados, José Manuel González Morais. Los policías llamados a declarar como testigos confirmaron la existencia de "intercambios" de dinero por parte de varios de los acusados en esta causa relacionados con la compra y venta de drogas.
El instructor que dirigió la investigación aseguró que uno de los acusados, Yassine Halioui, era quien proveía la sustancia estupefaciente y que también podría estar implicada otra mujer, con la que mantenía una relación, en alusión a Daniella Rodrigues. Además, los agentes aseguraron que, el 7 de mayo de 2010, a los pocos minutos de llegar el coche conducido por Yassine a las proximidades del bar, la novia del dueño, Susana María Dias, se acercó al vehículo y cogió un paquete (una especie de bola), que después se demostró que contenía cocaína (28 envoltorios con 10,8 gramos).
Varios agentes identificaron a José Manuel González, a su novia y a la hermana de ésta, Sabrina Carla Dias, como las tres personas que estuvieron en otro bar de la villa vendiendo sustancia estupefaciente, si bien no pudieron concretar cuál de ellos era quien realizó las ventas.
Por su parte, la defensa se centró en las posibles irregularidades en el registro efectuado al pequeño local anexo al bar, donde se encontró un tupper con droga, aduciendo que no pertenecía al pub sino al edificio, así como en las dificultades a la hora de probar quienes eran los que participaron en el supuesto tráfico de drogas.
Los investigadores intervinieron las conversaciones telefónicas de las cuales se desprende que varios de los acusados hacían negocios a pequeña escala en Verín.
