Raúl Jiménez Salazar mantiene que le exigieron que fuera a recoger un paquete con dinero en Castadón

El portavoz gitano encarcelado asegura que fue víctima de las amenazas de dos rumanos

Martín, Rodríguez y Jiménez Salazar, con un micrófono, en un acto celebrado en junio (Foto: Xesús Fariñas)
Aunque en fuente policiales no dan crédito a esa declaración, el dirigente gitano encarcelado el jueves por amenazar y extorsionar a una trabajadora social, con la que mantenía una buena relación personal y profesional, asegura que desconocía que la funcionaria del Concello fuese víctima de la trama. Aseguró ante el juez de guardia que fue abordado por dos rumanos, delante de su domicilio, que le exigieron, bajo amenazas, que fuera a recoger un paquete con el dinero que le entregaría una mujer rubia.
La Policía no da verosimilitud a su versión, el fiscal en el momento de la declaración judicial, tampoco, pero lo cierto es que el dirigente gitano en la ciudad, Raúl Jiménez Salazar, aseguró ante el juez César Saco que nunca extorsionó a la trabajadora social del Concello Amelia Belmonte. El titular del Juzgado de Instrucción 1 lo envió el jueves a prisión imputado en un delito de amenazas condicionales con la exigencia de entrega de dinero. Una decisión tomada ante la sospecha fundada de que Jiménez Salazar fue la persona que envió desde una cabina pública sms a la funcionaria, compañera de trabajo y con quien mantenía una relación muy cordial, exigiéndole 6.000 euros porque de lo contrario haría daño a su familia, hechos que la víctima no dudó en denunciar ante la Policía Nacional.

El presidente de la Asociación gitana Chanela, principal vínculo de conexión entre el pueblo gitano y el Concello de Ourense, aseguró ante el juez que fue víctima de una extorsión. Según pudo saber este diario a través de fuentes cercanas al caso, Raúl Jiménez declaró que dos rumanos lo abordaron delante de su domicilio, en las proximidades de la estación de autobuses, y le exigieron que fuera a recoger junto a la fuente de Castadón una cantidad de dinero que le entregaría una mujer -de la que no le aportaron datos-. Según añadió, se vio en la obligación porque lo amenazaron con hacer daño a su esposa e hijos.

En la entrega, bajo la supervisión policial y con una agente de la autoridad como gancho, fue detenido Jiménez Salazar, quien no sólo se declara inocente sino víctima de un trama, según apuntaron fuente cercanas a la familia. El juez comprobó cómo en su teléfono figuraba el móvil de la trabajadora social, un hecho que el portavoz de Chanela atribuye a la relación de amistad y laboral que mantenía con la funcionaria.

Te puede interesar