Los socialistas multiplican por cuatro sus victorias respecto a 2016, mientras los populares vencen en 17 municipios menos
El mapa de Ourense sigue teniendo un color predominante azul, pero con cada vez más manchas rojas. De los 92 concellos que tiene la provincia, el PP mantiene el mando en 70, pero con un notable retroceso respecto a los registros que marcó en los comicios de junio de 2016, cuando su supremacía llegó hasta los 87 municipios.
Todos los perdidos por los populares han ido a parar a un PSOE al alza, que multiplica por cuatro las cifras obtenidas hace casi tres años, pasando de cinco a 21 ayuntamientos con más votos que su rival.
Además, en un municipio de la provincia, Larouco, populares y socialistas han empatado en la primera posición, con 103 votos cada uno.
Los socialistas, que en 2016 únicamente habían puesto una pica en Calvos de Randín, Carballeda de Avia, Petín, Entrimo y Parada de Sil, expanden su dominio gracias principalmente a los datos de las comarcas de Ourense y Valdeorras. En la primera, la victoria llegó en la ciudad, Amoeiro, Barbadás, Coles y Taboadela, mientras que en la segunda también tuvieron color rojo O Barco, A Rúa y Vilamartín de Valdeorras. Asimismo, recupera dos de sus feudos como son A Mezquita y Castrelo do Val y se impuso en la villa de Allariz y en Punxín.
Los resultados arrojan de nuevo una provincia bipartidista en la distribución de victorias por concellos, siguiendo con la dinámica de 2016, cuando el PP arrebató al BNG su bastión de Vilar de Santos, precisamente uno de los municipios en los que en la jornada de ayer estuvo a punto de producirse la gran sorpresa, al quedarse En Marea a cuatro votos del PP, primera fuerza. El mapa azul y rojo también pudo ser quebrado en Allariz por el BNG, aunque finalmente se mantuvo el PSOE.
Entre los municipios de mayor peso poblacional, los socialistas enseñan músculo. Entre las villas, el PP gana en Celanova, Carballiño y Xinzo.
