Los socialistas también mejoraron resultados en zonas del rural que se le habían vuelto esquivas

El PPdeG mantuvo la supremacía en la ciudad y recobró los votos díscolos de la zona centro

Manuel Vázquez con Francisco Rodríguez y Laura Seara, en la sede del PSOE. (Foto: José Paz)
El análisis por mesas en el concello de Ourense demuestra que el PP ha logrado mantener la supremacía, mejorando notablemente los guarismos de hace cuatro años. También mejoró el PSOE. Ambos lo hicieron a cuenta del batacazo del BNG, que va directo a la línea de flotación del liderazgo nacionalista en la ciudad.
Las 150 mesas electorales que están distribuidas en la ciudad conforman cada una de ellas una especie de ‘micro universo’ en el que los datos van dibujando el patrón de comportamiento de cada barrio con respecto a unos comicios.

La alta participación registrada el pasado 1 de marzo no dejó de ofrecer sorpresas en lo que respecta a los tradicionales feudos de los partidos. De los cinco distritos en los que se divide la ciudad, es el uno -correspondiente a la zona centro- el que tradicionalmente ha mantenido su apoyo al PP. A excepción, claro está, de las pasadas elecciones municipales, cuando ejerció un papel fundamental a la hora de arrebatar la mayoría absoluta a los ‘populares’ por falta de apoyo al candidato, Enrique Nóvoa. Esta vez, sin embargo, los electores del centro mantuvieron en la mayoría de las mesas el tradicional apoyo al PP, como así lo atestiguan tres muestras: las situadas en Maristas, Valle Inclán o el Liceo.

Feudos hasta ahora infranqueables de los socialistas vieron como en los comicios del 1 de marzo se abrieron fisuras que rompieron la tradicional hegemonía del PSOE. Así ocurrió en A Cuña, barrio fiel a las papeletas del puño y la rosa que el domingo arrojó 251 votos para el PP frente a los 225 del PSOE. Cabe destacar que en este barrio se produjo hace pocos meses un enfrentamiento vecinal, con cierre de su asociación y nacimiento de otra en su lugar, en donde las siglas políticas manejaron los hilos de la contienda. En el cercano barrio de Mariñamansa, también con incondicio nal apego al PSOE, la batalla fue dura hasta el final, con victoria para los socialistas por un solo voto: 303 frente a los 302 cosechados por el PP.

En O Pino, otra de las fortalezas de los socialistas, los ‘populares’ ganaron la batalla elec toral por 11 sufragios, frente a los 64 del BNG. Sí que hubo, sin embargo, espacio para el refuerzo al apoyo socialista en Seixalbo, donde una abrumadora mayoría confortó al PSOE, con 275 papeletas frente a las 198 del PP y las 108 del BNG.

Francisco Rodríguez ganó en Palmés y Nóvoa en Cudeiro


Interesante fue el recuento en la mesa de Palmés, del distrito cinco, habida cuenta el duelo entre el alcalde, Francisco Rodríguez, y el viceportavoz del PP, José Araújo, los dos vecinos más ilustres. Allí, los partidarios del alcalde socialista, Francisco Rodríguez, rubricaron una victoria traducida en 113 votos frente a los 75 adscritos a los afines al viceportavoz municipal y concejal del Partido Popular, José Araújo. Con tal duelo servido, al BNG le quedó un apoyo prácticamente testimonial, con 13 votos.

También en el distrito cinco, pero esta vez en Cudeiro, el portavoz municipal y ahora diputado electo por el PP, Enrique Nóvoa, hizo valer su condición de vecino para demostrar ‘poderío’ con 378 papeletas frente a las 221 del PSOE y las 74 de los nacionalistas.

La pérdida de más de cuatro mil quinientos votos en la ciudad para el BNG provocó también que ni una sola de las 150 mesas de Ourense, tanto urbanas como rurales, contase con mayoría para la opción nacionalista. Sí que gozó de ella el PP en zonas de reciente creación y expansión, como las nuevas urbanizaciones de Barrocás, en el distrito dos, con 560 apoyos frente a los 442 que cosecharon los socialistas.



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