COMERCIO

Preocupación vecinal por el cierre del pequeño comercio en el casco viejo

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photo_camera Numerosos viandantes circulando ayer por el Casco Vello.

La seguridad es un concepto muy bien valorado, pero todos echan en falta una mejor limpieza 

Querencia por el casco vello pero a la vez desolación por el cierre constante de comercios y edificios en ruinas y la convicción que la zona tiene un potencial de crecimiento espectacular. Nada que objetar en seguridad pero sí en limpieza, aspecto manifiestamente mejorable. Es la opinión de los vecinos y comerciantes de una zona que no cambian por nada.

Tana Bereza, rusa, sabe de qué va el paño. Tiene su comercio de ropa en la calle Colón, una de las emblemáticas de la zona junto a Villar y Cervantes. "Llevo un año aquí con este negocio, hace siete que me instalé en esta zona. He viajado mucho y es espectacular, quise tener aquí el negocio porque me encanta el casco histórico", subraya con un perfecto español.

Y mejor que podría ser. "Conozco perfectamente el casco viejo de ciudades como Madrid o Guadalajara y es una pena que aquí haya tanto edificio abandonado y tanto comercio cerrado. No le sacan todo lo que le podían sacar. En otras ciudades, lo han arreglado, han sabido desarrollarlo muy bien, aquí está medio muerto".

Cerca de 30 años lleva atendiendo en la Panadería San Marcial María Teresa Seara, en la calle Primavera. "Llevamos aquí toda la vida. ¿Que no me gusta? No se trata de tener las cosas, se trata de mantenerlas". 

Un pequeño pueblo con movimiento y una agenda cultural paralela en la calle 

Carlos Rodríguez está encantado en su negocio de la calle Colón, La Buhardilla. En el escaparate, un rótulo que dice: "Juguetes de 0 a 99 años". 

"Esto es como un pueblo pequeño, aquí todos estamos pendientes de los vecinos, atentos a las necesidades de los mayores. Ya digo, es como un pueblecito", detalla.

"Es una zona con muchas actividades y mucho movimiento en la calle, con una agenda cultural paralela con actividades como las de Escua. Hace poco apoyamos el día del orgullo LGTB... Es un movimiento constante, aquí siempre pasa algo".

Mientras, un grupo de turistas busca algo que poder fotografiar. Se detienen principalmente ante los edificios, preguntan por la Catedral y tuercen el gesto cuando el calor aprieta. Suben y bajan como si no encontrasen lo que buscan para acabar buscando una terraza en la que saciar una sed que parece vengan arrastrando desde muy lejos. 

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