La misteriosa desaparición de dos ancianos en Pereiro de Aguiar -hace cinco meses- y Riós -el 28 se cumple un mes- preocupa a sus familiares. El tiempo pasa y nadie ni nada los conduce hasta una explicación de lo ocurrido.

El presente de dos ausencias

En la imagen, cartel pegado en el municipio de Verín por la desaparición de Manuel Calvo. (Foto: MARCOS ATRIO)
Después de casi cinco meses en paradero desconocido, nada se sabe de Antonio Pumar Garrido, un ourensano de 56 años al que se le perdió la pista el pasado 3 de abril en la residencia geriátrica de A Medorra (Pereiro de Aguiar).
Fue ese día, poco antes de las ocho de la tarde, cuando los responsables de este centro notaron su falta. Nunca más se supo de él. Sus primos, los únicos familiares que tiene en la provincia, claman ahora para evitar que esta misteriosa pérdida, sobre la que no hay revelación alguna, caiga en el olvido. 'Sabemos que cada día que pasa é máis complicado atopalo, pero pedimos que a Policía siga buscando, precisamos saber algo del, do que ocorreu', indican. A falta de una hipótesis certera, éstos se niegan a creer la única información que les facilitó el geriátrico, que califican de 'hermética'. 'Só nos dixeron que baixara a por tabaco e que non volvera, nada máis', zanjan. Tampoco las intensas tareas de búsqueda, que se prolongaron durante meses -con efectivos policiales y medios aéreos- por las fincas y terrenos aledaños al centro residencial, arrojaron luz al caso. 'É como se o tragase a terra', apuntan. Ante la efeméride que marcará los cinco meses de su ausencia el próximo día 3 de septiembre, suplican que el caso de Pumar no se escriba ya en pasado.

Nada se sabe tampoco de Manuel Calvo, un vecino de Romariz (Riós), de 86 años, que desapareció el pasado 28 de julio tras salir de su domicilio para pasear, como solía hacer de costumbre. Sus allegados, desde entonces, tampoco han tenido noticia alguna de Calvo, que padecía, al igual que Pumar, una enfermedad psiquiátrica. Para localizar a este octogenario, los vecinos del municipio, en colaboración con los voluntarios de Protección Civil y las fuerzas de seguridad, organizaron una pegada de carteles y una batida por los montes del municipio, aunque ambas acciones no dieron ningún resultado hasta las fecha.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Ourense apuntaron que 'estos dos casos están en manos de la Policía Judicial' y que, a pesar de no haber pesquisas, 'los agentes siguen investigándolos'.

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