Preservativos, latas jeringuillas y papeles

Los exteriores de la antigua cárcel no es el único 'picadero', aunque sí el más grande, que utilizan los toxicómanos para inyectarse las dosis de droga.La presencia de jeringuillas también es habitual en los baños públicos de los jardinillos del Padre Feijóo, en el centro del casco urbano. Las personas que las utilizan suelen clavarlas en trozos de limón y envolverlas en papel, dejándolas en el suelo o en la repisa de una ventana con el objetivo de utilizarlas al día siguiente.
Los baños están al lado de la Oficina de Información Turística y su degradación es patente, dado que además de ser utilizados como 'picadero', en sus puertas se pueden leer todo tipo de frases, incluidas las de contenido sexual.


TÚNEL

Otro de los espacios degradados dentro del casco urbano ourensano es el paso subterráneo que hay bajo las vías del tren en la estación Ourense-Empalma. En sus muros ya no hay lugar para más pintadas y la cementación de los muros se está cayendo a trozos. Es más, las casetas que hay incrustadas a las paredes para regular la iluminación están abiertas, rotas, dejando los cables eléctricos a la vista.

El túnel, de unos 10 metros de largo, da cobijo a drogadictos, parejas e incluso a grupos de jóvenes para hacer botellón. El paso es utilizado a diario por numerosas personas para cruzar desde la calle Río Arnoia a la avenida de Marín. En el suelo son frecuentes las jeringuillas, además de botellas vacías de alcohol y bolsas de plástico.


RIO MIÑO

La margen izquierda del río Miño, a la altura de la desembocadura del río Loña, los preservativos se amontonan entre botellas vacías de cerveza, papeles e incluso material de obra. La escombrera curiosamente está justo al lado de la estación de aforo de la calidad del agua del río. Una empresa desbrozó durante las dos últimas semanas de junio la maleza en las dos márgenes del río a su paso por la zona. Los trabajos fueron promovidos por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, pero los restos quedaron sin recoger pese a estar en una zona que es frecuentada a diario por las numerosas personas que pasean a lo largo del río.

En el Concello aseguraban ayer que la limpieza de los residuos es competencia del organismo de cuenca pero fuentes de este último aseguraban desconocer la incidencia, en la que, además de los restos orgánicos, hay numerosas pintadas.


CASCO VIEJO

La Policía Local llegó a contabilizar durante el año 2009 hasta siete zonas degradas en el casco viejo de la ciudad, que eran utilizadas com 'picadero' por toxicómanos e indigentes para comer y dormir.

La apertura de una oficina de la Policía Local en la Plaza da Ferrería hizo de efecto disuasorio y de la degradación sólo queda un pequeño habitáculo en la calle Pelayo, que está lleno de botellas de alcohol y latas de refrescos que se mezclan entre papeles y preservativos.

El jefe de la oficina policial, Máximo Cid, aseguraba el pasado viernes que desde el Concello se está apostando por el casco antiguo. 'Se están rehabilitando muchos inmuebles y ya no hay el efecto de abandono que había hace unos años', explicó, recalcando que cada vez que se percatan de un espacio degradado lo ponen en conocimiento de sus superiores.

En el último año, fueron tapiados 12 edificios en ruinas y a otros siete les fueron colocadas puertas nuevas para evitar la entrada de drogodependientes.

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