La prisión de Pereiro lleva a cabo diferentes cursos de formación con el propósito de facilitar la reinserción de los internos. Uno de ellos está destinado a 21 presos en tercer grado, de los que cuatro ya han conseguido un empleo. Mientras, 15 internas aprendieron nociones de atención a la infancia.
Encontrar un trabajo en plena crisis económica es difícil, pero todavía lo es más si el que lo busca está en prisión. Por ello, el centro penitenciario de Pereiro ha puesto en marcha un programa de inserción laboral para 21 reclusos en sección abierta -internos que pueden salir de la prisión-. La iniciativa consiste en un curso formativo diario y también en la búsqueda de empleo. Después, cuando consiguen empleo, ya vienen sólo a dormir, explicaba ayer el director de la prisión, Juan Carlos Salvador, quien valoraba positivamente el balance de la iniciativa. Hemos empezado no hace mucho y tal como está la situación sociolaboral, que cuatro internos hayan conseguido empleo, creo que son cifras muy importantes, señaló. Estos reclusos trabajan en el sector servicios y la construcción.
Además de este programa formativo, pensando en facilitar la reinserción, 15 internas recogieron ayer sus diplomas del curso de atención a la infancia impartido por Cimo y financiado por el Servizo Galego de Igualdade. El curso complementó otro anterior sobre atención a personas dependientes, ambos con el propósito de que las internas puedan conseguir un trabajo.
La prisión ofrece a los internos la posibilidad de estudiar tanto educación para adultos, como la ESO y Bachillerato, y en la actualidad hay 102 personas matriculadas. Al margen de esta educación reglada, los internos pueden realizar cursos de formación, subvencionados por la UE a través del Inem, que les proporcionan nociones de pintura, peluquería, fontanería, alicatado y apredizaje de monitor deportivo. Asdemás, La Caixa ha concedido becas a 15 internos que realizan cursos de formación profesional de seis meses de duración.
Un ámbito en continua evolución
En el marco del curso de atención a la infancia, las 15 alumnas recibieron formación en el ámbito de la nutrición, la atención sanitaria y la salud infantil, entre otras cuestiones. El delegado de Vicepresidencia, Francisco Ferreiro Abelleira, animó ayer a las reclusas a participar en este tipo de iniciativas, asegurando que haberá unha oferta de traballo importante neste ámbito e no de dependencia coa creación de galescolas e residencias. El subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, y la directora de Cimo, Yolanda Rivero, también insistieron en la importancia de que las reclusas continuaran incrementando su formación como fórmula para facilitar su reinserción social.
Recorrido por una experiencia pionera
Tras la entrega de los diplomas acreditativos del curso de atención infantil, las internas cuya situación penitenciaria les permitía salir de prisión visitaron la residencia Florentino López Cuevillas, donde pudieron conocer una experiencia pionera en Galicia al compartir espacio estudiantes universitarios y alumnado de preescolar. Después, las reclusas continuaron su recorrido por la ciudad para visitar exposiciones fotográficas.
Además de este programa formativo, pensando en facilitar la reinserción, 15 internas recogieron ayer sus diplomas del curso de atención a la infancia impartido por Cimo y financiado por el Servizo Galego de Igualdade. El curso complementó otro anterior sobre atención a personas dependientes, ambos con el propósito de que las internas puedan conseguir un trabajo.
La prisión ofrece a los internos la posibilidad de estudiar tanto educación para adultos, como la ESO y Bachillerato, y en la actualidad hay 102 personas matriculadas. Al margen de esta educación reglada, los internos pueden realizar cursos de formación, subvencionados por la UE a través del Inem, que les proporcionan nociones de pintura, peluquería, fontanería, alicatado y apredizaje de monitor deportivo. Asdemás, La Caixa ha concedido becas a 15 internos que realizan cursos de formación profesional de seis meses de duración.
Un ámbito en continua evolución
En el marco del curso de atención a la infancia, las 15 alumnas recibieron formación en el ámbito de la nutrición, la atención sanitaria y la salud infantil, entre otras cuestiones. El delegado de Vicepresidencia, Francisco Ferreiro Abelleira, animó ayer a las reclusas a participar en este tipo de iniciativas, asegurando que haberá unha oferta de traballo importante neste ámbito e no de dependencia coa creación de galescolas e residencias. El subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, y la directora de Cimo, Yolanda Rivero, también insistieron en la importancia de que las reclusas continuaran incrementando su formación como fórmula para facilitar su reinserción social.
Recorrido por una experiencia pionera
Tras la entrega de los diplomas acreditativos del curso de atención infantil, las internas cuya situación penitenciaria les permitía salir de prisión visitaron la residencia Florentino López Cuevillas, donde pudieron conocer una experiencia pionera en Galicia al compartir espacio estudiantes universitarios y alumnado de preescolar. Después, las reclusas continuaron su recorrido por la ciudad para visitar exposiciones fotográficas.
