Las cifras son frías y asustan: 10.464 personas viven solas en la provincia y, además, confiesan que no tienen a nadie con quien hablar de sus sentimientos a diario. Tras las estadísticas hay nombres como los de las usuarias de encaje de bolillos de la asociación vecinal As Termas, para las que esta afición es una terapia contra la soledad. Su historia, en las páginas de La Región, llegó hasta los chicos del ciclo de Animación Sociocultural del CIFP Portovello. Estos jóvenes crearon en tiempo récord buzones para que los ourensanos envíen sus postales navideñas contra la soledad. Están en el final del proyecto, pero por el medio les salió otra buena noticia: una llamada del centro penitenciario de Pereiro. Los internos, que vieron el proyecto de los estudiantes, también quieren colaborar. Este jueves ya llevaban más de 50 postales escritas.
“Nos pareció necesario. Los reclusos, a pesar de estar acompañados, también se sienten en soledad”
“Creímos que nuestros mayores podían participar elaborando ellos las postales, así que hablamos con los alumnos del Portovello”, explican desde la subdirección de Pereiro. Hay 15 reclusos mayores de 60 años que participan en el centro en un programa de estimulación cognitiva y envejecimiento activo.
En principio, eran ellos los que iban a diseñar estas postales para solidarizarse con los mayores solos. Con material reciclado -botones, recortes de prensa- escribieron sus mensajes. Pero la noticia corrió como la pólvora. “Las internas también se interesaron por la iniciativa y luego se sumaron los reclusos del módulo uno”, apuntan desde el centro penitenciario. La soledad, aún acompañados, aquí también tiene cabida. “La iniciativa nos pareció necesaria, a pesar de estar acompañados, los internos también se sienten en soledad”, dicen en Pereiro.
