La comarca de O Carballiño sostuvo al "pachismo", sin apoyos en Ribadavia o A Baixa Limia
Las primarias celebradas la pasada semana por el PSOE para confeccionar las candidaturas que se presentarán a las elecciones autonómicas, ya fijadas para el 25 de septiembre, se convirtieron en un proceso lleno de contrastes, evidenciando una vez más la división en la militancia entre la dirección provincial, afín al exsecretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, y los partidarios de la actual gestora autonómica, liderada por Pilar Cancela, que será la que decida si mantiene laslista aprobada por los militantes o introduce cambios.
En ésta, Noela Blanco fue la candidata más apoyada, con 414 votos, seguida de María Quintas, 385, Raúl Fernández, 373, y Marcos Blanco, 360. Unos datos bastante equilibrados que esconden, sin embargo, grandes diferencias si se profundiza en los datos desagregados por las diferentes comarcas de la provincia.
Los ejemplos más claros son la comarca de O Carballiño y la de Ribadavia. En la primera, el núcleo del "pachismo", formada por María Quintas y Raúl Fernández, arrollaron al resto de rivales, con más de 80 apoyos, especialmente en el concello cabecera, mientras que Noela Blanco y Marcos Blanco apenas superaron la decena. Por su parte, en los concellos que componen la comarca de Ribadavia, Fernández y Quintas obtuvieron únicamente dos votos, mientras que sus contrincantes se fueron hasta los 50.
La división se pudo comprobar también en comarcas como la de Verín, donde la dirección provincial dobló en votos al resto de aspirantes; o en A Baixa Limia, donde tanto Noela Blanco como Marcos Blanco superaron la veintena de votos, cuatro veces más que Quintas y Fernández.
En la comarca de Valdeorras, donde tiene mucha influencia el alcalde de O Barco, Alfredo García, no fue terreno fértil tampoco para los "pachistas", que se quedaron muy lejos del resto de candidatos.
Sin embargo, estos recabaron bastantes apoyos en agrupaciones cercanas a la ciudad -Amoeiro, Esgos o Nogueira de Ramuín-, que les permitió contrarrestar el varapalo sufrido en la asamblea de la capital, donde claramente triunfaron los partidarios de la dirección autonómica.
