El martes, un accidente de tráfico en la avenida Buenos Aires hizo pensar a la Policía Local que detrás de esa colisión había algo más que una casualidad. Después de tomar declaración a los dos conductores implicados, los agentes creyeron que el accidente había sido la continuación, por otros medios, de una reyerta anterior entre dos compañeros de trabajo.
La reyerta entre J. Luis P.R., de 27 años de edad, y Antonio S.C., de 44, comenzó con las manos en un punto no concretado de la ciudad. Tiempo después se pasó de las manos a los vehículos como forma de dirimir las diferencias. Esta es al menos la hipótesis manejada por la Policía Local para explicar el accidente de tráfico al que acudió el martes una patrulla de atestados. Eran las 22.20 horas, y en la avenida Bue nos Aires, a la altura del número 83, había mucha tensión. Según las primeras investigaciones, los agentes pudieron saber que el accidente se había producido cuando el Golf que conducía J.Luis P.R., por causas todavía no dirimidas, invadió el carril contrario colisionando contra el Citröen C-15 que conducía Antonio S.C. en sentido contrario. Como consecuencia del golpe, este último conductor resultó herido leve, si bien fue trasladado por una ambulancia al CHOU.
Pero la historia sigue. Porque J. Luis P.R., después de abandonar el lugar del accidente se dirigió a la Jefatura de la Policía Local. Lo hacía, según su testimonio, porque temía una agresión de Antonio C.S. Las posteriores diligencias de la Policía Local llevaron a sospechar que el encontronazo con los vehículos en la avenida Buenos Aires no era el primero de la noche. Las manifestaciones de ambos afectados permitieron advertir que antes del siniestro de tráfico se había producido una reyerta entre dos personas que, lejos de ser unos desconocidos que se lían a golpes, eran dos compañeros de trabajo que solventaban a puñetazos las diferencias.
Pero la historia sigue. Porque J. Luis P.R., después de abandonar el lugar del accidente se dirigió a la Jefatura de la Policía Local. Lo hacía, según su testimonio, porque temía una agresión de Antonio C.S. Las posteriores diligencias de la Policía Local llevaron a sospechar que el encontronazo con los vehículos en la avenida Buenos Aires no era el primero de la noche. Las manifestaciones de ambos afectados permitieron advertir que antes del siniestro de tráfico se había producido una reyerta entre dos personas que, lejos de ser unos desconocidos que se lían a golpes, eran dos compañeros de trabajo que solventaban a puñetazos las diferencias.
