Una tesis elaborada a partir de datos sobre Ourense revela, además, que el 85% son mujeres

La principal secuela de cuidar mayores: sufrir una depresión

La doctora Mercedes Hernández. (Foto: JOSÉ PAZ)
Cuidar a una persona mayor conlleva unas consecuencias sobre la salud ya que 'produce una sobre carga física y también emocional' para el cuidador, según pudo comprobar la médico de familia del centro de salud Nóvoa Santos, Mercedes Hernández Gómez a través de la investigación que llevó a cabo para elaborar su tesis 'Impacto del estado funcional del anciano en la salud de sus cuidadores', que presentó el pasado día 13 de noviembre, en la Universidad de Santiago de Compostela.
El objetivo de la tesis -dirigida por el decano de la Facultad de Medicina de la USC, Juan Jesús Gestal- era llevar a cabo un análisis sociodemográfico sobre el estado funcional de las personas mayores de 65 años de Ourense, no institucionalizadas, y de sus cuidadores. Como esta es una de las provincias más envejecidas de España y 'como trabajo aquí, me pareció que estaba en el medio ideal para estudiar el impacto del estado funcional de los ancianos en la salud de los que los cuidan', explicó la doctora.

El índice de envejeciemiento -la relación de personas mayores de 65 años entre las menores de 20- en la provincia se sitúa en un 208, frente al 87 de España o al 137 de Galicia, pero la doctora Hernández tomó el ámbito geográfico de la ciudad de Ourense para llevar a cabo su tesis, donde el índice de envejecimiento se sitúa en un 121,4. 'La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva años advirtiendo que más nos vale empezar a planificar porque no nos va a dar tiempo de hacer los cambios necesarios para gestionar el envejecimiento y en Ourense empieza a haber más ancianos que jóvenes', recalcó la doctora.

Para llevar a cabo la investigación, Mercedes Hernández se valió de una muestra de 656 ourensanos mayores de 65 años -con una media de edad de 80 años, de las cuales un 61% son mujeres, por lo que, además, se puede apreciar una feminización del envejecimiento.


ESCASO DETERIORO COGNITIVO

Del total de la muestra, Hernández destacó que la mayoría, un 74%, 'no presentaron ningún deterioro cognitivo, es decir, son ancianos sanos y competentes' y un 16% vivían solos, un factor que 'aumenta en probabilidad con el paso de los años, lo que es un contrasentido, porque cuanto más mayores, más necesidades tenemos'. Además, la investigación concluyó que más de la mitad de los 656 ancianos, encuentran su vida interesante, para nada aburrida y volvería a vivirla.

En cuanto a las personas encargadas de atender a los ancianos, Hernández tuvo en cuenta el factor tiempo, seleccionando a 104 cuidadores que les dedicasen la mayor parte del día durante más de seis meses, de los que se vio reflejada 'una clara desigualdad de género a la hora de cuidar', ya que el 85% son mujeres. Además, los resultados de la investigación revelaron que un 62% de esas cuidadoras 'deberían ser captadas para una valoración clínica, porque podrían presentar una depresión', explicó.

La edad media de las cuidadoras resultó ser de 63 años, y según Hernández, 'la causa de esa salud minada es que aunque se incorporan al mercado laboral, siguen preocupándose por su hogar y no hay conciliación entre la vida laboral y familiar'. Por eso, Hernández demanda más 'apoyo profesional, formación en cuidados y un cambio en la cultura y la educación para mejorar el reparto de las cargas del hogar, para terminar con la sobrecarga emocional y física que supone'.

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