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El procesado por violar, y retener 20 días en Ourense a una joven seguirá en prisión

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photo_camera La mujer estuvo retenida en la vivienda de la rúa das Dalias.

El juez concluyó la instrucción y dictó el auto de conclusión de sumario

La Audiencia de Ourense juzgará en los próximos meses a Javier Gabarri Jiménez, considerado el miembro más violento del clan de Los Madriles, quien seguirá en prisión hasta entonces porque el juez instructor valoró la gravedad de los delitos imputados: violación, detención ilegal, coacciones y hasta amenazas.

El procedimiento, en el que también están incursos cinco familiares -padres y hermanos-, en calidad de cooperadores necesarios, afronta su última fase seis meses después de que se hubieran denunciado los hechos. El juez Leonardo Álvarez acaba de dictar el auto de conclusión de sumario, lo que implica que todo lo instruido pasará a la Audiencia, órgano ante el que el fiscal deberá presentar el escrito de acusación al tratarse de un sumario.

En su última resolución, el magistrado concluye que Javier Gabarri "obligó" a la denunciante a alquilar una habitación en un hotel de la ciudad mediante coacciones y amenazas. "Una vez en su interior, la obligó a mantener relaciones sexuales con él y posteriormente la tuvo 20 días retenida en contra de su voluntad en su domicilio", asegura el togado. Pero, según relató la joven ante la policía y a lo largo de la instrucción, la pesadilla continuó. "Durante esos 20 días fue objeto de continuas amenazas, vejaciones, tales como hacerle comer el vómito o dormir sobre su orina, llegando incluso a golpearla en todas las partes del cuerpo, empleando objetos contundentes como una cachaba", asegura Álvarez en su último auto.


"Te saco los ojos"


Unos días en los que la perjudicada, según dice, fue obligada a mantener relaciones sexuales, a drogarse, sacar dinero y a intervenir en distintos delitos contra la propiedad. De lo contrario, el principal inculpado le decía que la iba a matar o a "sacarle los ojos".

En el mismo domicilio en el que estaba retenida la denunciante, en la rúa da Dalia de la ciudad, también vivía la madre, Ana Jiménez, y los hermanos José Luis y Ángel Gabarri. En las proximidades, su padre, Luis Manuel Gabarri Montoya y otro de sus hijos, Alberto, quien había sido novio de la joven. Según concluye el juez, todos ellos "eran perfectamente conocedores de la situación que estaba viviendo L.C.P.". Además, consta por las declaraciones de los testigos que el principal inculpado y su progenitora amenazaron a la madre de la joven

A partir de ahora, le toca mover ficha al ministerio fiscal con la presentación del escrito de acusación. Los graves delitos que pesan sobre el principal inculpado podrían implicar peticiones no inferiores a 15 años de prisión. Solamente la supuesta agresión sexual contempla de seis a 12 años de cárcel y la detención ilegal de cuatro a seis años.

La familia del supuesto violador se desmarcó de su hijo en su última comparecencia judicial. El padre no dudo en decir que Javier "es un bicho, un demonio", que debe pagar "por lo que hizo". Según esa versión, también pegaba al resto del clan y los amenazaba con una espada de samurai. 

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