ACTO RELIGIOSO

Luz como guía en la noche de Fátima

La multitudinaria procesión de las antorchas discurrió, un año más, por las principales calles del centro de la ciudad, desde O Couto hasta la Catedral, donde se ofició una misa que presidió el obispo Leonardo Lemos Montanet. 

El 13 de mayo es una fecha señalada para los ourensanos, en particular para los vecinos del barrio de O Couto, que cada año arropan a la Virgen de Fátima en la tradicional procesión de las antorchas, desde su santuario hasta la Catedral.

A la entrada del templo mariano, una multitud de fieles aguardaban la salida de la Virgen. Rosa Fernández acudió a la capilla de O Couto con su marido. Llevan haciéndolo 17 años. Para ellos, la procesión de las antorchas es más que una celebración, "é a nosa tradición", explica.  

Cuando era pequeña, Nazaret Rey asistía a esta celebración acompañada de su madre, la misma que ayer la cogía del brazo a las puertas de la iglesia. Este año es el primero que vuelve a esta procesión desde que se mudó a vivir a A Coruña. "Desde que no estoy en Ourense, voy todos los años a Fátima, a Portugal, pero como hoy (por ayer) había tanta gente de todo el mundo allí, decidí volver a Ourense para ver de nuevo la procesión de las antorchas", cuenta emocionada.

Visitación y sus compañeras de la asociación "A Caracocha" llegaron a Ervedelo a las 21,00 horas. El colectivo contrató un autobús para poder traer desde Montederramo a los 25 fieles que no se querían perder la celebración religiosa. "Témoslle moita devoción a Fátima e, este ano, decidimos vir todos xuntos para vivir esta festa", explica Visitación Ferreiro, secretaria de la asociación.

A la cabeza de la procesión se situaban los niños que representan a los pastores de Fátima, Francisco, Jacinta y Lucía. Marta, de 10 años, fue Lucía. Le tocó "de rebote", porque tenía que ser su "amiga del cole" la que representase a la niña. "Le hace mucha ilusión, pero está muy nerviosa", explica su madre, Patricia Dorrío.

Con puntualidad británica, a las 22,45 horas, salió la Virgen del santuario, camino a la Catedral. Con las velas en las manos, y siguiendo el rezo de los Misterios por los transistores, los fieles realizaron el recorrido por las calles del centro de la ciudad. Al paso de la Virgen, pétalos de flores decoraron el recorrido hasta la Catedral. Tras la misa, que presidió el obispo Leonardo Lemos, la Virgen de Fátima desanduvo lo andado y regresó a su santuario de O Couto. n

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