Ourense encara la semana más grande para uno de sus productos estrella, la castaña, con una producción que ha caído más de la mitad y hasta un 80% en zonas como Valdeorras o el sur de la provincia. La campaña de recogida de castañas finalizará en las próximas horas en puntos de la provincia como Valdeorras y los productores advierten de unas cifras pobres en cantidad y con menor tamaño en comparación con otros años, afectadas por la sequía y las altas temperaturas, pero con la contribución a la merma, en menor medida, de la avispilla y los incendios forestales del verano.
Remata un año horrible para los productores ourensanos, que lleva al sector a replantearse las técnicas de cultivo y a aumentar el cuidado de los árboles si desea sobrevivir. Solo en el entorno valdeorrés y el Macizo Central, el volumen de fruto recogido cayó hasta un 80% respecto a un año bueno, pero la caída de producción fue general.
Xesús Quintá, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia, estima un volumen de fruto inferior al 50% de un año normal en el conjunto de la provincia. Si en un buen año los productores de la IXP recogen sobre 20 millones de kilos, en el actual entrarán en los almacenes menos de 10 millones, correspondiendo a la provincia ourensana casi la mitad del fruto recogido en territorio gallego en una campaña que finalizará en menos de 20 días.
"Tremendamente malo"
“Foi un ano realmente malo en todo”, comentó Quintá. A los efectos de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) -las sueltas del insecto depredador (Torymus sinensis) que realizó la Xunta frenaron su avance aunque la plaga debilitó los árboles- se sumaron las altas temperaturas, la escasez de precipitaciones, y los incendios forestales. De tal forma que, si un año normal en Valdeorras y comarcas próximas se recogen 2,5 millones de kilos, en las últimas semanas este dato no alcanza el millón, según las estimaciones del empresario de Castañas Barredo, Francisco Barredo.
“Fue la tormenta perfecta. Nunca vi tal desastre. Este año no hay castañas”, comentó el industrial barquense. “No hubo castañas. Es un año desastroso”, corroboró otro valdeorrés, Juan Fernández, de Castañas Rafael y presidente de la Red Estatal del Castaño, pocas horas antes de finalizar la campaña en una zona donde un buen número de productores dejó sin recoger el escaso fruto caído de sus castaños. “Muchos, solo cogieron la castaña necesaria para el magosto de casa”, indicó. Además de Valdeorras y el Macizo Central, el peor pronóstico para la IXP Castaña de Galicia se da en el sur de la provincia de Ourense, en la zona más cercana a Portugal. Pese a la menor producción los precios apenas variaron respecto a ejercicios anteriores, oscilando el kilo entre 1,20 y 1,50 euros, a causa de los defectos de buena parte del fruto recogido.
Líderes en España
Ourense sigue siendo la provincial líder de España, con mucha diferencia, en la producción de castaña. Según los últimos datos de la Estadística anual de superficies y producciones de cultivos que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 54% de toda la castaña recogida en España se obtuvo en territorio ourensano en 2021. En la campaña pasada, se recogieron 187.685 toneladas de este fruto en el conjunto de España, de las cuales 101.535 se cosecharon en Ourense. La siguiente provincia más recolectora es Lugo, con algo más de 54.000 toneladas. En el último lustro, la provincia se ha consolidado en una horquilla entre el 54 y el 57% del peso de toda la producción nacional.
El riego por goteo se vuelve necesario
Los empresarios coinciden en la necesidad de profesionalizar al sector. “É fundamental regar os castaños. Co rego, un ano como este non teríamos tantos problemas”, comentó el presidente de la IXP Castaña de Galicia. Xesús Quintá indicó que el regadío permitirá una mayor estabilidad de la producción, mejorará la calidad del fruto -elevando su precio- y aumentará hasta un 40 % la producción. “Las plantaciones nuevas deben tener sistema de riego, estar más profesionalizadas”, coincidió en apuntar Francisco Barredo. “Hay que profesionalizar al sector. Quien regó por goteo no tuvo problemas. O se hacen plantaciones nuevas y modernas o el sector irá a peor. Las castañas hay que cuidarlas”, comentó Juan Fernández.
Los empresarios subrayan su interés por comercializar el fruto de la zona donde tienen su industria, una apuesta por los productos locales que este año muchos no podrán cumplir ante la fuerte caída de la producción, que obligará a conseguir en otros lugares el fruto que le demandan sus clientes. Esta situación se da en un año en el que un competidor directo, Italia, parece haber dejado atrás la crisis provocada por la plaga de la avispilla de la castaña y consiguió la mayor producción de las últimas décadas.
