Los embalses de la provincia fueron en los últimos años los que más aportaron a la generación hidroeléctrica nacional, junto con los de Salamanca, aunque en el presente curso esta contribución se desplomó, en parte debido a la fuerte sequía que vive Ourense y que tiene las reservas de agua en niveles mínimos. Desde que comenzó el año hídrico, en octubre, y hasta el pasado febrero, las instalaciones de la provincia produjeron un total de 924.042 megavatios hora, un 67% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando la contribución hidroeléctrica ourensana ascendió a los 2,8 millones de megavatios hora.
Los embalses de la provincia comenzaron a dar señales de agotamiento desde el pasado verano, cuando alguno llegó incluso a estar por debajo del 20% de su capacidad total, y fue en este momento cuando comenzó el desplome energético. En los primeros meses del pasado año, la producción llegó a alcanzar los 813.187 megavatios hora por mes -en febrero-, y a partir de mayo cayó por debajo de los 300.000 mensuales. Si bien es normal que la producción baje en verano, debido al menor nivel de reservas acuíferas y a un descenso de la demanda de energía, después de la temporada veraniega no se recuperaron los niveles anteriores, y en octubre se generaron 62.337 megavatios, el menor registro para un mes desde agosto de 2019.
En la actualidad, el estado de los embalses ourensanos no invita al optimismo, ya que se encuentran, de media, al 50,11% de su capacidad máxima. Este volumen es un 30% menor que la cantidad de agua embalsada hace un año, 71,73%, y un 35% menor que el llenado promedio histórico en estas fechas del año, que se ubica en el 77,33% de la capacidad total.
En este mismo periodo, desde octubre de 2021 a febrero de 2022, la producción nacional también cayó en su conjunto, aunque en menor proporción que en Ourense. En todo el país se produjeron 8,9 millones de megavatios hora, mientras que en el mismo periodo del año hidrológico anterior -de octubre de 2020 a febrero de 2021-, fue de 17,4 millones, por lo que el descenso anual es del 49%.
El aporte ourensano fue básico para la red nacional en los últimos años, y tomando como ejemplo 2021, entre enero y diciembre, la provincia turbinó el 14% de los 32 millones de megavatios hora generados en todo el país. El 12% de toda la energía eléctrica que produce el país proviene de sus aguas, aunque la fuente principal para su generación son los combustibles, que el año pasado aportaron un 35% de toda la producción, seguida de la generación eólica (23%) y nuclear (20%).
Segunda posición
A pesar del descenso en la producción ourensana, la provincia se mantiene como una de las principales potencias en la materia, ya que solo Salamanca aportó más a la red nacional en el presente año hidrográfico, a pesar de que también redujo notablemente su volumen energético en comparación con el año pasado. Desde octubre, las instalaciones salmantinas turbinaron un total de 1,5 millones de megavatios hora, frente a los 924.042 salidos de territorio ourensano.
Bajón eólico
Mientras los embalses de la provincia no cuentan con la capacidad suficiente para mantener su producción energética, la situación del sector eólico tampoco pasa por su mejor momento.
En los dos primeros meses del presente año, de los molinos ourensanos salieron 60.000 megavatios hora, una cifra que en el mismo periodo de 2021 fue de 117.354 megavatios hora, lo que implica un descenso interanual del 49%. Esta tendencia se inició años atrás, ya que curso tras curso cae el aporte eólico ourensano. En todo 2019, la generación fue de 812.901 megavatios hora, mientras que en 2020 bajó hasta los 612.943 megavatios hora, y en 2021 fue de 524.247.
Entre todos los recursos de los que dispone la provincia, el año pasado produjo un total de 5,1 millones de megavatios hora, un registro que este curso parece difícil de alcanzar.
