Una ourensana, salvada “por la campana” del alumno que mató a dos profesoras en Suecia

Fernando López y Sofía García.
photo_camera Fernando López y Sofía García.
El joven, de 18 años, llamó a la Policía para reconocer su culpabilidad

Dos profesoras murieron ayer en el instituto Malmöa Latinskola, situado en  la ciudad sueca de Malmö, en el sur del país, tras ser atacadas por un joven de 18 años que fue detenido como sospechoso de asesinato. Las dos mujeres, de unos 50 años, fueron heridas en la escuela latina en la que trabajaban a las 17:00 horas de ayer, pero fallecieron tras ser trasladadas en ambulancia al hospital, según un comunicado policial. 

La ourensana Sofía García y el zaragozano Fernando López llevan 15 años viviendo en Suecia y ambos son profesores del Malmöa Latinskola desde hace dos meses, en el caso de ella, y diez años, en el caso de él.

La pareja se encontraba fuera del centro cuando se produjo el ataque. Sofía estaba recogiendo a las hijas de ambos y Fernando había abandonado el recinto tan solo veinte minutos antes del suceso. “Me libré de ser un testigo directo por la campana, ya que me fui al terminar las clases. Lamentablemente, la gente se está acostumbrando a este tipo de sucesos”, asegura el zaragozano, que explica que las escuelas del país preparan cada año un protocolo para saber cómo actuar ante estos ataques armados en colegios.

El centro, con 1.100 alumnos y 110 profesores, es uno de los más prestigiosos del país por su especialización en artes musicales. “Esto es una pesadilla. No nos esperábamos nada así porque es un centro modélico”, afirma entristecida la ourensana.

Un hacha, un cuchillo y un martillo

El alumno acusado, que llevaba escondidos un hacha, un cuchillo y un martillo en su mochila, había solicitado una tutoría con las profesoras en el despacho de las docentes. Diez minutos más tarde, el propio joven llamó a la Policía para informar del asesinato, del que se declaró culpable a la vez que aseguró que “hice lo que hice porque las odiaba”.  

Según fuentes del propio centro, el estudiante le había preguntado a un profesor cómo funcionaban las cámaras del instituto días antes. Alarmado, el docente informó a la enfermera de la escuela para llevar a cabo un seguimiento de la salud mental del chico, ya que sus profesores notaban comportamientos agresivos por parte del alumno desde hacía varios meses. Las citadas fuentes lo describen como un chico introvertido y gran aficionado a las armas y a las artes marciales, que manifestaba repentinos ataques de ira hacia sus compañeros y profesores.

En la tarde de ayer, la escuela se había preparado para trabajar en un musical que ensayaban los alumnos, aunque en la hora en la que se cometió el crimen solo se hallaban 50 personas en el centro. Ante la tragedia, los alumnos se encerraron en las aulas y, según las autoridades policiales, no hubo más heridos.

El edificio fue evacuado y registrado tras la llamada del alumno y la Policía no encontró indicios de que hubiese más sospechosos. También llevó a cabo medidas de investigación en la escuela y en otros lugares, por lo que el centro permanecerá cerrado hasta mañana. “Pudimos arrestar al autor. Ahora queda mucho trabajo por hacer para poder entender lo que sucedió y reflexionar sobre este terrible crimen”, dijo en el avance de la investigación Åsa Nilsson, jefe del área de policía local Malmö norte.

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