La acusación de 'chantaje' que Urbanismo hizo contra un promotor ha convertido a este empresario, Bautista Rodríguez, en protagonista de la litigiosidad municipal. Tiene ahora 10 pleitos y recursos judiciales activos.

El promotor y sus órdagos

Se llama Bautista Rodríguez Díaz y es el titular de Casas Orense y de otras múltiples sociedades, en algunas compartiendo responsabilidad con su hija Cristina, que también pleitea, como él, contra el Concello de Ourense por lo que, en palabras recientes de su abogado, Antonio Feijóo Miranda, no es más que la lógica defensa de sus intereses y propiedades.
Bautista Rodríguez Díaz, promotor de edificios por toda la ciudad y propietario de un importante patrimonio en suelo urbano y urbanizable, mantiene actualmente hasta 10 litigios y recursos contra la institución municipal y ha puesto en vilo a la Concejalía de Urbanismo, al haber 'logrado' la imputación judicial de la concejala del área.

Este promotor ourensano se mueve bien en el mar de los pleitos contra el Concello de la ciudad, en todos los mandatos desde los años 90 del siglo pasado; sabe cómo aprovechar en su favor los conductos que le ofrece la legislación y es un experto en su relación profesional con funcionarios de la Administración, hasta el punto de que el gobierno municipal pidió por escrito en 2008 al jefe de Servicio de Urbanismo de la Consellería de Política Territorial que excluyese a uno de ellos, un arquitecto que firmó proyectos de obra del promotor, de la elaboración de informes sobre cuatro ámbitos urbanísticos.

Un ejemplo de su excelente manejo de los tiempos y los pasos en el urbanismo local es el particular litigio iniciado en el año 1999 sobre un proyecto de reparcelación en solar de O Couto, planteando hasta siete requerimientos judiciales. El gobierno municipal de entonces se declaró incapaz de llevarlo a cabo y al final optó por indemnizar a Bautista Rodríguez dándole edificabilidad en el Plan de 2003 en otras propiedades suyas, entre ellas un solar en la calle Ricardo Courtier (cerca de la Rúa da Canle) cuya recalificación se valoró en 14 millones de euros. El promotor, a cambio, desistió del pleito y la asociación de vecinos Agarimo, que presidía Manuel Carnero, se adhería a la alegación de Rodríguez Díaz que formalizaba ese acuerdo porque colmataba el desarrollo urbano del barrio de Cruz Alta.


UN MAR DE PLEITOS

Los 10 recursos judiciales que mantiene ahora se localizan en buena parte en el entorno del Campus, donde tiene gran cantidad de suelo y donde pretendió judicialmente, sin éxito, quedarse con el 100% de aprovechamiento lucrativo. Y pleitea contra los permisos de la residencia universitaria, un equipamiento deportivo en el Campus, la legalización de la Praza de San Antonio, la urbanización del Campus -su litigio en este asunto fue determinante para que la Comisión Superior de Urbanismo excluyese de la ordenación provisional el proyecto de Patxi Mangado- y la venta, por el Concello, de un solar en el área de A Chavasqueira a Copasa, al considerar que el precio no se ajustó a su valor ni se hizo por concurso.

Áurea Soto convertía de nuevo en protagonista a Bautista Rodríguez el pasado viernes cuando, en una comparecencia pública en el Concello, lo acusó de 'vil chantaje' y aseguró -el 18 de abril tendrá que demostrarlo junto a otros testigos ante el juez- que el letrado del promotor ofreció la retirada de todos los recursos interpuestos por su entorno a cambio de la aprobación de un expediente en trámite, el que le dejó sin el 100% de aprovechamiento lucrativo en el área del Campus.

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