La acusada reconoce que contactó vía internet y hasta le pidió presupuesto: 3.000 euros

Propuso a un sicario matar a su expareja 'de forma inocente'

Sonia Coello Pinto, ayer en la audiencia provincial (Foto: Martiño Pinal)
Sonia Coello Pinto contactó en julio de 2009 vía internet con un matón a sueldo de Lima (Perú) por casualidad, según reconoció ayer ante el tribunal que la juzgó por asesinato propuesto. Hasta le pidió presupuesto -3.000 euros de los que debía hacer un anticipo de 700- y aportó detalles de cómo era su exmarido -le envió una fotografía-, el coche que utilizaba, los turnos de trabajo y hasta le detalló el uniforme. Pero, según dijo, todo fue algo 'inocente', traducido en 12 folios de correo, llegando a deducir -resaltó- 'que todo era una estafa'.
Aunque la malicia llegó a rondarle la cabeza ya que contempló la opción de intimidar a su exmarido, mostrándoles los mails, para que 'viese lo que era capaz de hacer'. Con su exesposo no mantenía una buena relación por temas derivados de la custodia del hijo en común, pero también por un corte de pelo que le hizo al niño: dos días antes del contacto con el sicario, le envió un mensaje a S.B.F. en el que decía: 'Eres un hijo de puta, me has jodido la boda, pero te juro que te vas a arrepentir y adivina quién se va a llevar la peor parte'.

Ante el tribunal explicó que llegó por casualidad a una dirección de internet en la que se ofrecían asesinos ([email protected]), buceando en temas de corazón, en concreto en los affaires de Ana Obregón y las amenazas que recibió en 2010 de 'los Miami'. Pese a que la fiscal sostiene que los 787 euros que llevaba en el momento de la detención (14 de julio) eran para pagar al asesino a sueldo a través de Western Union (tal como le habían indicado en las instrucciones) ella aseguró que el destino no era tal. Una parte lo justificó para entregar como provisión de fondos a su letrada (430 euros) y otra para el padre del que era entonces su compañero sentimental por un dinero que les había dejado.

Precisamente, el entonces novio, M.A.C.B., fue quien puso en conocimiento de la Guardia Civil los contactos que tenía su pareja con sicarios cuando fue a utilizar el ordenador de la vivienda y le vio el correo electrónico (la contraseña estaba grabada) ya que sospechaba que le era infiel. Ayer, cuatro años después, le echó un capote: 'No considero que lo quisiera matar (...), sería un momento de calentura', dijo.

La fiscal tiene claro que sí propuso el asesinato de su exmarido y reclama seis años de cárcel, mientras que la defensa recalcó que 'nunca tuvo intención de pagar al matador, sólo presionar'.

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