Las termas siguen sepultadas tras multiplicarse por tres el caudal del Miño en apenas 10 horas
Finalmente, las lluvias de las borrascas que atravesaron este fin de semana la provincia y la pusieron en aviso amarillo no causaron desbordamientos de los ríos, pese a la “alta probabilidad” de la que había advertido la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Los picos previstos no fueron tan altos, aunque sí pusieron en prealerta el Avia a su paso por Ribadavia, lo que obligó a cortar temporalmente el área de A Quinza y la carretera de acceso. Además, el Miño multiplicó por tres su caudal en apenas 10 horas, al no poder almacenar más en grandes embalses aguas arriba como Belesar y Os Peares, ambos por encima del 95% de su capacidad.
A primera hora de la mañana, el Miño a su paso por la ciudad apenas transportaba poco más de 300 metros cúbicos por segundo de agua, mientras que a última hora de la noche, en el pico, rozó los 1.000 m3/s. Esto volvió a sepultar gran parte del área termal de la ciudad bajo el agua, aunque no causó anegamientos. Otros ríos como el Avia en Leiro o el Arnoia en Baños de Molgas llegaron a sobrepasar el umbral de activación, sin llegar a prealerta. A Baixa Limia, con 57 litros por metro cuadrado acumulados, fue la zona de la provincia más pasada por agua.
Tras la tregua que se espera hoy lunes, con más claros que nubes, mañana volverán las borrascas y las precipitaciones, por lo que lloverá sobre mojado.
