Los estudios para el periodo 2071-2100 apuntan que la temperatura media diaria crecerá de uno a seis grados, sobre todo en primavera y verano

La provincia será más calurosa a finales de siglo

Los fenómenos climatológicos atípicos como el que se produjo en los últimos meses (temperaturas especialmente altas a final de verano y principios del otoño, y una acusada falta de lluvias desde la primavera y hasta finales de octubre) serán probablemente más habituales en el futuro, según reflejan las investigaciones sobre cambio climático.
De hecho, en Ourense se prevé que, a finales del presente siglo, las temperaturas sean más altas, ocasionando un aumento del número de días y noches cálidas, mientras las lluvias disminuirán, aunque habrá más días con precipitaciones fuertes. Son las conclusiones que arroja para la provincia un informe realizado dentro del proyecto 'Adaptaclima', una iniciativa que desarrollan instituciones de Francia, España y Portugal, y que cuenta con financiación de la UE.

En concreto, el informe ofrece las previsiones para el periodo comprendido entre 2071 y 2100, tomando como referencia los resultados de las mediciones realizadas entre 1961 y 2006. Para ello, aplica ocho modelos climáticos, en dos supuestos sobre la evolución de emisiones de dióxido de carbano (CO2): que se produzca un aumento moderado a lo largo del presente siglo o que el aumento sea pronunciado.

Así, en el primer supuesto (que se contengan las emisiones de CO2), el incremento de la temperatura media diaria para los años citados estaría entre uno y cuatro grados. No obstante, si la expulsión de gases se dispara, habría un aumento de entre 1,5 y seis grados. La subida de temperaturas con respecto a la media de los últimos años sería menor en invierno y primavera, mientras que en verano es cuando se prevén temperaturas notablemente más altas de lo habitual, y también en otoño.

En este sentido, a lo largo del año habrá más días y noches cálidos que en la actualidad (entre 40 y 60, según los estudios), que se repartirán a lo largo de todo el año, pero especialmente en verano.

Sobre la cantidad de lluvia, los modelos meteorológicos aplicados predicen que disminuirán con respecto al periodo de referencia (1961-2006), aunque habrá algunos años que serán notablemente más lluviosos. Precisa, asimismo, que la reducción de precipitaciones será marcada en verano, pero lloverá más en invierno.

Mientras, los días con lluvia van a ser menos habituales, pero aumentarán los que registren precipitaciones fuertes o incluso muy fuertes. Esta tendencia se producirá en todas las estaciones, pero los inviernos serán muy diferentes: algunos años serán mucho más lluviosos de lo habitual y otros, mucho más secos.

Con respecto a otros cambios, el informe apunta que la velocidad del viento va a crecer, sobre todo en verano. Igualmente, aumentará la radiación solar sobre la superficie terrestre, sobre todo en primavera y verano. Mientras, la evaporación será menor, sobre todo en el segundo semestre del año.


MEDIDAS

Los participantes en el programa 'Adaptaclima' mantuvieron el pasado 9 de noviembre una reunión en Santiago, en la que participó el conselleiro de Medio Ambiente, e Infraestructuras, Agustín Hernández, quien se refirió a la necesidad de ir adoptando medidas para adaptarse al cambio climático o para paliar los efectos que se prevén a día de hoy. Hernández puso como ejemplo la repercusión en el consumo energético de las viviendas, ya que se prevé que los hogares gallegos ahorren entre un 20% y 30% en calefacción debido al aumento de la temperatura, pero también ocasionará un gasto mayor en climatización durante el verano (entre un 30% y 40%, según su datos).

En este sentido, el programa 'Adaptaclima' también tiene entre sus objetivos la necesidad de concienciar a la población sobre las consecuencias reales y el impacto negativo que el cambio climático tendrá en aspectos sociales y económicos, en sectores como la agricultura, la ganadería, la pesca, el turismo, la construcción o la planificación hídrica.

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