O Couto, Expourense, Campus, A Ponte y la variante norte eran las seis ubicaciones escogidas por el gobierno gallego
Entre las medidas para potenciar el uso del transporte público y descongestionar el tráfico en el centro de las ciudades gallegas, la Xunta había proyectado en 2012 un plan sectorial para construir aparcamientos disuasorios.
En Ourense, el Gobierno autonómico había proyectado algo más de 1.000 plazas repartidas en seis nuevas zonas de estacionamiento. Sin embargo, el proyecto lleva estancado desde junio de 2013, cuando se aprobó el trámite de memoria ambiental, sin que se hayan conocido novedades desde aquella fecha. Las áreas elegidas por la Xunta para habilitar los aparcamientos disuasorios fueron el barrio de O Couto, el entorno de Expourense, el campus universitario, la estación del Empalme, en la futura variante norte y en el acceso centro a la ciudad.
Esta solución había sido tratada con el Concello, conocedor de las dificultades para encontrar una plaza de aparcamiento en el centro de la ciudad, por lo que se buscaba ofrecer una alternativa en todos los puntos estratégicos de entrada en la ciudad, favoreciendo de esta manera el uso del transporte urbano.
En una junta de área de Infraestructuras reciente, una técnica municipal explicaba a los grupos políticos la situación, confirmando que el proyecto estaba completamente parado. En el encuentro, se recordó que el Plan Xeral de Ordenación Municipal, actualmente en tramitación, también recoge un aparcamiento grande en el enlace de A Casilla y otros más pequeños en San Francisco, rúa Río Mao, O Couto o avenida Otero Pedrayo.
