El secretario provincial, Raúl Fernández, descarta las propuestas de disolver la agrupación local

El PSOE ourensano quiere que Ferraz resuelva sus diferencias

Reunión de ayer de la ejecutiva provincial del PSdeG de Ourense. (Foto: MARTIÑO PINAL)
De la reunión de la ejecutiva provincial del PSdeG ourensano se preveía que saliesen un buen puñado de titulares, por las discrepancias con la dirección de la ciudad tras el manifiesto en el que que esta última pedía una regeneración de ideas y personas. Sin embargo, la comparecencia de Raúl Fernández, secretario provincial, siguió la pauta marcada el día anterior por Pachi Vázquez en La Región, llamando al entendimiento entre las dos facciones del partido 'para dedicarse a trabajar por los ciudadanos en esta situación de crisis' en vez de malgastar el tiempo en luchas internas.
Fernández compareció minutos antes de que Mariano Rajoy lo hiciese en Madrid por los supuestos cobros irregulares en el PP. Y a pesar de las reiteradas preguntas de los periodistas sobre una posible represalia o 'petición de la cabeza' de Carmen Rodríguez Dacosta, secretaria de la agrupación local, por el llamado 'manifiesto del karaoke', Fernández insistió en que la dirección provincial se ha limitado a transmitir la situación a la gallega y a la estatal para que los órganos competentes aclaren 'si la elección cumple con los estatutos del partido'. La disputa está en si Rodríguez Dacosta estaba inscrita en el censo de afiliados de la ciudad cuando fue elegida secretaria local en junio de 2012.

A pesar de que hay miembros de la ejecutiva provincial que quieren la destitución fulminante de su compañera de partido, Fernández mantuvo en todo momento un tono conciliador, incluso cuando fue interpelado sobre si se planteaba la posibilidad de nombrar una gestora. 'No cotemplo ninguna posibilidad de disolver la agrupación local para nombrar una gestora. El secretario provincial lo único que desea es que la situación se aclare con normalidad para que no esté flotando en el ambiente', insistió, además de comprometerse a mantener 'un silencio sepulcral sobre un debate que debería ser interno'.

Las manifestaciones de Raúl Fernández contrastan con las que en días pasados hacía María Quintas. Mientras la secretaria de Organización reclamó la destitución de Rodríguez Dacosta, ayer el líder provincial subrayó que él espera 'que la elección se haya hecho conforme a los estatutos'.

Los desencuentros entre la dirección provincial y local no parecen fáciles de solucionar, por mucho que Fernández insista en que 'en el partido se permiten las opiniones y las discrepancias, aunque se prefiera que se hagan por cauces normales'. En la reunión de ayer, también se decidió trasladar a instacias superiores la 'cofinaciación de la sede' en la capital ourensana, en la que las dos agrupaciones comparten espacio. Fernánez declinó incidir sobre la cantidad de dinero en disputa y achacó a la crisis económica que la agrupación local no aporte la cantidad fijada.

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