La “guerra” que mantienen PSOE y PP por la gobernabilidad del Concello de Ourense se trasladó ayer hasta el Parlamento de Galicia, donde los portavoces de ambos partidos cruzaron reproches a raíz del veto popular al líder socialista, Rafael Rodríguez Villarino, y la propuesta por escrito para negociar una coalición.
“Es gravísimo que en una democracia un partido político intente retirar de la vida política a quien ganó las elecciones y que lo haga sin ningún tipo de pudor ni de respeto a las normas democráticas”, dijo el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, que acusó al PP de “intentar cortar cabezas para mantener el caciquismo” en la provincia y al “caos” en el Concello: “El PP piensa que todas las instituciones en Galicia son de su propiedad y se atreven a poner vetos y a pedir dimisiones, es un hecho gravísimo que rompe la norma de convivencia de un sistema democrático en el que hay que respetar al adversario y a los votos de la ciudadanía”.
Le respondió el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, insistiendo en que su formación “solo está tratando de garantizar la estabilidad en el gobierno municipal”, entendiendo que los ediles populares “buscan una salida que permtia cierto desbloqueo”. Sobre la comparación del PSOE con VOX, Puy pidió a Caballero “que no traslade a Galicia cuestiones completamente ajenas”.
Volvió a pronunciarse también sobre la polémica el presidente provincial del PP, Manuel Baltar, que se felicitó de que todo este ruido “non afecta á Deputación” y también incidió en sus críticas a Villarino: “Algúns nin están nin se lles espera, o único é criticar e estar en permanente estado de cabreo, con incapacidade para transmitir seriedade”.
