La renuncia de José Luis Baltar a la presidencia de la Diputación y a toda actividad pública, y la más que probable sucesión en la figura de su hijo, Manuel Baltar Blanco, generó ayer, un día después de comunicar su marcha, pocas reacciones en la dirección del PPdeG, pero abundantes entre los líderes gallegos de la oposición.
La presidenta del Parlamento, la popular Pilar Rojo, declinaba ayer pronunciarse sobre el relevo, alegando que, de momento, no es competencia de la Cámara autonómica, aunque sí lo será la próxima semana si, como está previsto, Baltar Blanco acude a su despacho con la renuncia a su escaño, y al cargo de vicepresidente, bajo el brazo.
Fue más explícito el expresidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, que atribuyó la marcha de Baltar Pumar a las heridas abiertas tras el congreso provincial de Ourense, en el cual tomó las riendas de las filas populares el hijo del veterano político ourensano y en el cual la dirección autonómica avaló una lista alternativa.
Las críticas llegaron de la mano de los socialistas Pachi Vázquez secretario xeral del PSdeG, y del portavoz parlamentario del BNG Carlos Aymerich. El primero, que fue durante años portavoz socialista en la Diputación con el propio Baltar como presidente, cargó las tintas directamente contra el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, por 'colaborador necesario' para que Baltar 'deje en herencia la Diputación de Ourense a su hijo'. Vázquez cuestionó la forma de Feijóo de hacer política y calificó a Baltar como 'ese presidente que destinó millones de euros que eran para escuelas y política social en Ourense a pagar agentes electorales para lograr votos para el PP'.
También la secretaria de Organización del PSOE ourensano, María Quintas, dijo en una rueda de prensa por la mañana que la sucesión en la institución no es sino consecuencia de la lucha 'fratricida' entre dos facciones del PP, con el consiguiente perjuicio para Ourense.
En el lado nacionalista, Aymerich también puso la mirada sobre Feijóo: 'No sabemos si va a seguir avalando esta forma de hacer política en Ourense, o si está preparando la coalición entre el PP y lo que resulte de esta nueva etapa en la derecha ourensana'.
Fue más explícito el expresidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, que atribuyó la marcha de Baltar Pumar a las heridas abiertas tras el congreso provincial de Ourense, en el cual tomó las riendas de las filas populares el hijo del veterano político ourensano y en el cual la dirección autonómica avaló una lista alternativa.
Las críticas llegaron de la mano de los socialistas Pachi Vázquez secretario xeral del PSdeG, y del portavoz parlamentario del BNG Carlos Aymerich. El primero, que fue durante años portavoz socialista en la Diputación con el propio Baltar como presidente, cargó las tintas directamente contra el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, por 'colaborador necesario' para que Baltar 'deje en herencia la Diputación de Ourense a su hijo'. Vázquez cuestionó la forma de Feijóo de hacer política y calificó a Baltar como 'ese presidente que destinó millones de euros que eran para escuelas y política social en Ourense a pagar agentes electorales para lograr votos para el PP'.
También la secretaria de Organización del PSOE ourensano, María Quintas, dijo en una rueda de prensa por la mañana que la sucesión en la institución no es sino consecuencia de la lucha 'fratricida' entre dos facciones del PP, con el consiguiente perjuicio para Ourense.
En el lado nacionalista, Aymerich también puso la mirada sobre Feijóo: 'No sabemos si va a seguir avalando esta forma de hacer política en Ourense, o si está preparando la coalición entre el PP y lo que resulte de esta nueva etapa en la derecha ourensana'.
