Ninguna alternativa respeta la distancia de 2.000 metros exigida por un decreto derogado en 2007

La puesta en marcha de la nueva instalación se demorará hasta 2013 entre trámites y obras

El Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica acatarán las exigencias del Concello con respecto a la depuradora, que no estará construida en al menos cinco años. Asimismo, sea cual sea la opción elegida, no podrá respetar los 2.000 metros de alejamiento de núcleos habitados exigidos en un decreto que ya fue derogado el pasado año y no estará lista hasta 201.
Pese a que la última palabra sobre la futura depuradora la tendrá la Confederación Hidrográfica, el Ministerio de Medio Ambiente (administración de la que depende el organismo de cuenca) acatará el ‘decálogo’ de exigencias que se formularon desde el Concello. Éstas consisten, tal y como explicó Francisco Rodríguez, en que no se mantendrá la actual ‘nin ampliando nin facendo unha nova sobre ela’; se ejecutará un proyecto de recuperación ambiental en este espacio, creando una zona de recreo; que el futuro emplazamiento minimizará las molestias en las propiedades privadas; que no existan cortapisas presupuestarias para conseguir una planta de última generación y, finalmente, que la decisión sobre el emplazamiento se tome en el plazo máximo de un mes.

A este respecto, la CHN pretende que la nueva depuradora no arrastre ningún tipo de error administrativo que pueda provocar situaciones -calificadas por el responsable del organismo de cuenca de ‘atropellos legales’- como con la actual, que fue declarada ilegal mediante una sentencia judicial firme del Alto Tribunal gallego. Y aunque Jorge Marquínez no quiso entrar en detalles sobre posibles plazos de ejecución, sí que reconoció que la construcción de la EDAR puede llevar unos tres años que, unidos a su complejo procedimiento administrativo, se convertirán, posiblemente, en cinco, tal y como precisó en su día el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez. Aun así, Marquínez concluyó que con la nueva planta ‘se cumplirá la sentencia judicial, eliminando una instalación ilegal’ y sustiyéndola por otra que sí lo sea, más alejada de los núcleos habitados.

Debido a estas exigencias municipales, la Confederación Hidrográfica ya no estudiará la viabilidad de aquellas alternativas que se fijaban sobre la actual EDAR. En lo que respecta al resto, Jorge Marquínez señaló que ninguna de las posibles ubicaciones respeta la distancia mínima de 2.000 metros con los núcleos habitados. Es más, precisó que ninguna de las depuradoras que construyó la CHN en toda su historia respetaron esta norma, que proviene del Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (RAMINP), un decreto que data de 1961 y que fue derogado el pasado año a nivel nacional con la Ley de calidad del aire y protección de la atmósfera. Tal y como explicó Marquínez, la Xunta está en trámite para crear unas normas sustitutorias de este decreto para adecuarlo a la realidad social y demográfica, ya que en Galicia es prácticamente imposible encontrar núcleos desabitados en un radio de dos kilómetros, dada la amplia dispersión poblacional.

El PP augura que los obreros que ejecuten la depuradora ‘podrán venir en el AVE’



‘Al ritmo que lleva el alcalde el asunto de la depuradora, los obreros que trabajen en la construcción de la nueva podrán venir a Ourense en el AVE’. Este fue el comentario que realizó el portavoz municipal del PP, Enrique Nóvoa, tras la reunión que mantuvieron los tres grupos con el regidor para conocer lo que una hora antes fue comunicado en rueda de prensa.

Nóvoa señaló que pese a que la mejor opción estaría 300 metros más abajo de la actual, el informe técnico no es vinculante, por lo que ‘con la actitud del alcalde de pasarle la pelota a la Confederación Hidrográfica, el planteamiento no sirve de nada’, reiterando su convencimiento de que debe ser el Concello quien decida y exija ‘qué tipo de depuradora quiere para su ciudad’.

Responsabilidad El procedimiento planteado ayer sólo sirve, a juicio del portavoz ‘popular’, para ‘demorar durante años el cambio de depuradora y eludir la responsabilidad política ante los vecinos de Reza’. Calcula Enrique Nóvoa que ‘con un calendario lo más optimista posible, no habrá proyecto hasta dentro de tres años y no existirá la depuradora hasta dentro de otros tres, por lo que nos situamos en el horizonte del año 2014’. Asimismo, pone en duda el ‘ritmo inversor’ que pueda llevar a cabo los gobiernos socialistas de la Xunta y Madrid con Ourense, por lo que advierte que los plazos podrían alargarse ‘muchísimo más’. Por todo ello, Enrique Nóvoa vaticina que ‘los obreros que trabajen en las obras de construcción de la nueva depuradora de Ourense podrán venir a la ciudad en el AVE’.

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