Los puntos limpios eran el objetivo de dos ladrones de chatarra de Ourense

Las tuberías de cobre de la instalación del agua robadas en el campo del Nogueira.
photo_camera Las tuberías de cobre de la instalación del agua robadas en el campo del Nogueira.
Acusados de robo, el juicio se tuvo que aplazar porque uno de ellos está en busca y captura

El cobre de las tuberías del agua y la calefacción, ventanas de aluminio, piezas de lavadoras, neveras …. Y, sobre todo, mucha chatarra. Este era el botín que perseguían, según la Fiscalía, los dos acusados en un procedimiento por robo con fuerza que estaba previsto ayer en el Penal 2, pero se suspendió porque uno de los supuestos implicados está en busca y captura. Hay un tercer acusado, pero por encubrir los robos no por perpetrarlos.

El modus operandi era sencillo: Israel  B.R. y Aquilino S.B. supuestamente salían de noche en el mes de septiembre de 2020 a saquear los puntos limpios de la provincia de Ourense -Castro Caldelas y Trives-, forzando las puertas del recinto o rompiendo la alambrada para introducir una furgoneta en el interior en el que cargar el material de deshecho. Según la Guardia Civil, hasta tres  robos en una sola noche.

 Posteriormente, el material robado, al día siguiente, se descargó en una chatarrería del Polígono Industrial Barreiros. En esta operación, supuestamente intervino el suegro de Israel, que obtuvo 114 euros. Está acusado de encubridor o alternativamente de receptación.

Robo en Nogueira

A Israel, de 38 años, el Ministerio Público también lo relaciona con un robo en la madrugada del día 21 al 22 de agosto de 2018 en el campo de fútbol de la Sociedad Deportiva de Nogueira de Ramuín, A Tella. En este caso, el acceso fue más rocambolesco: el ladrón superó una cerca de dos metros de altura, rompió una de las puertas de acceso al vestuario, accedió a la sala de calderas y realizó un butrón en la uralita del tejado. Una vez en el interior, el inculpado, según el fiscal, “procedió a tomar el cobre de la instalación de agua y calefacción, el motor del agua, ventanas de aluminio, un equipo de música, dos pantallas de ordenador y una batería de la máquina cortacésped. También -añade- se pasó por el bar, previa rotura de las ventanas y puertas, pero no encontró nada de interés. Los daños en la edificación superaron los 16.000 euros. Para este último, reclama una pena de siete años de cárcel por dos delitos (robo con fuerza y robo continuado). Para los otros dos, cinco por el delito continuado de robo y dos años de prisión para el supuesto receptador. 

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