Lo que más sube: judías, queso, pan, lubina y lenguado

“Subir, subiu todo, pero comer, temos que comer”. Las clientas de la Praza de Abastos de Ourense miran ahora mucho los precios antes de llenar la cesta de la compra, que ha subido en el último año un 13,5% en la provincia, según datos del Instituto Nacional de Estadística hechos públicos ayer. Tras una expedición matutina por los puestos, lo que más se ha encarecido son las judías, los quesos curados y de Arzúa, la lubina, el lenguado, el pan, el bacalao en salazón, la ternera y el cerdo. Las humildes judías verdes son las reinas de la inflación local, ya que han doblado su precio. “Estoy impactada porque han pasado de tres a más de seis euros y son un producto de aquí”, confiesa Cristina Ferro, de Froitas Martínez. Los quesos empiezan a ser prohibitivos. “Los curados han subido entre un 30 y un 40%; los frescos mantienen su precio”, asegura José Castro, de Jamonería Castro. “El queso artesano de Arzúa ha pasado de 10,95 a 12,95 el kilo porque hay escasez de leche, pero es lo que más vendemos”, explica Rubén Rodríguez, de Quesos Ángel. De hecho, la carestía ha obligado a Marcos Novoa a dejar de importar el queso italiano Pecorino. “A 37 euros el kilo, ya ni lo pedimos. La barra de pan ha subido a un euro, y la bolla, a 2,25. No hay nada que no subiera y ya varias veces en lo que va de año”, se lamenta. La lubina, no para mileuristas La lubina y el lenguado no son para mileuristas. “La lubina ha pasado de 20 a 30 euros el kilo, y el lenguado de 25 a 35. La única que mantiene su precio es la merluza, aunque julio ha sido flojito”, señala el dueño de Pescados Fontenla, que se queja de que vendió más el verano pasado porque este año la gente se controla mucho a la hora de comprar. El bacalao en salazón también empieza a ser un lujo; lleva dos meses subiendo. “Subió entre uno y dos euros el kilo. Ahora el lomo de bacalao está ya a 21 euros por kilo y los chorizos han pasado de 11,90 a 14,90 en solo un año. Lo estoy notando en las ventas; la gente mira más los precios”, se queja Carlos Sotelo, de Jamones Javier Martínez. “Hay menos clientela y los que compran, compran menos”, reconoce la carnicera Olivia Rodríguez, que ya tiene la chuleta de ternera a 14,95 el kilo y la vende muy poco. “La gente me compra productos más baratos, como el pollo, que está a 3,99, o cosas que antes no se vendían tanto, como el hígado o la lengua de ternera, que vale 4,99”, afirma. El cerdo tampoco se cotiza bajo. La costilla ha pasado de 8,50 a 9,90 por kilo en la Carnicería Ángel, pero sigue siendo su producto estrella. “Aquí tenemos productos de calidad. No te voy a contar de qué están hechas las salchichas que venden en los supermercados; mejor que no lo sepas. Si hay que recortar, que sea en otras cosas, no en alimentación”, aconseja su dependienta, Sonia González.