Francisco Javier López Monrobé hace balance en su primera experiencia en la Novena del Santuario de Os Milagros como rector. El sevillano se queda “con la responsabilidad de la gente, el respeto que están demostrando con las medidas de seguridad que hemos tenido que imponer. Sobre todo por las tardes, cuando se cubre el aforo de la iglesia, que pueden ser doscientos fieles sentados, se quedan fuera escuchando la misa por los altavoces con mucho respeto. Atrás quedan aquellos tiempos en los que la gente se peleaba por ocupar los primeros puestos de la cola para ver a la Virgen, literalmente codo con codo. Aquellos tiempos en los que podían reunirse quinientos o seiscientos visitantes en la iglesia. Me quedo principalmente con eso, con la responsabilidad que está demostrando la gente”.
“Todo está discurriendo por la senda de la normalidad”, detalla el rector, más allá de un pequeño incidente la noche del martes, un incendio en concreto, que él mismo se encargó de sofocar. “Se quemó una tela que adorna el balcón, los vecinos se asustaron y rápidamente llamaron a los servicios de emergencia. Fue un incidente menor, yo mismo lo apagué con un extintor, la iglesia ya estaba cerrada”, recuerda.
AFLUENCIA ESCALONADA
El hecho de disponer de nueve misas a lo largo del día hace que la afluencia de fieles sea escalonada. Reseña López Monrobé que “todo está transcurriendo con mucha normalidad, lógicamente el fin de semana la afluencia ha sido mayor. Pero todo se está cumpliendo, el aforo, el setenta y cinco por ciento dentro de la iglesia. Las misas de la tarde congregan a más gente, los que no pueden entrar se quedan fuera, en la explanada, escuchándola a través de los altavoces. La afluencia está siendo muy escalonada, el hecho de tener nueve misas está ayudando mucho”.
Recalcaba la encargada de la tienda de regalos que la vela era el producto estrella. “Suponen una tradición muy grande, aquí, en el Rocío, en Fátima, en Lourdes. La gente pone una vela por cada miembro de su familia, muchas veces son cuatro, cinco”, detalla el rector.
ROSARIO DE LAS ANTORCHAS
Pendiente queda uno de los grandes momentos, el Rosario de las Antorchas, mañana a partir de las once de la noche. “Yo ya lo viví cuando venía a ayudar como seminarista, lo viví y la verdad es que me gustó mucho. Es un acto muy emotivo, la oscuridad de la explanada contrasta con ese gran número de velas encendidas, la gente rezando el Rosario. Ya digo, muy emotivo”.
Faltarán también este año los fuegos artificiales, la epidemia provocada por el covid lo impide. “Es una pena, pero es lo que nos toca vivir. No habrá fuegos artificiales pero sí la procesión, con la gente concentrada en la explanada. La verdad es que esperamos más fieles que el año pasado, no tantos como cuando no había pandemia pero sí más que el año pasado”, adelanta el rector, sevillano, poco futbolero pero seguidor del Betis, al que gusta seguir “contra los equipos grandes, como el otro día contra el Real Madrid”.
Habitual del Rocío, ¿es diferente la fe de andaluces y ourensanos? “Es que no tiene nada que ver, el Rocío es una Romería, esto es una Novena. En el Rocío se celebra Pentecostés, hay mucha fiesta y baile, aquí no, aquí no hay cante, aquí hay misas”, finaliza.
