Ramón Lorente: “Los residentes son muy importantes, sin ellos el servicio no puede crecer”

El oftalmólogo Ramón Lorente presentará próximamente, en un congreso en Toledo destinado a residentes MIR en oftalmología, el libro “Cómo hacer tus primeras 50 cirugías de cataratas sin complicaciones”, que pretende proporcionar una serie de consejos para los residentes que están empezando. El libro pretende dar consejos a los que comienzan. Nunca se había hecho nada sobre cómo empezar a enseñar a los residentes. Por eso, nos ha parecido oportuno realizar este libro, intentando incluso protocolizar, ya que cada uno en un hospital puede tener unas ideas diferentes, pero tenemos reflejada la opinión de más de 25 jefes de servicio. Es curioso cómo suelen coincidir en casi todos los aspectos. Usted tiene una larga trayectoria, fue durante muchos años el jefe del servicio de oftalmología en el CHUO, ¿esa trayectoria es en la que se basa para aconsejar a los que empiezan? Exactamente, pero hay que tener en cuenta que en otros hospitales hacen cosas totalmente distintas, entonces al reflejar una experiencia conjunta, nos hemos dado cuenta de que queremos hacer lo mismo, aunque se haga de diferente manera. Por ello, creo que es un libro totalmente aconsejable para los que empiezan. ¿Cuál sería el consejo más importante para los jóvenes? La mentalización que tienen que tener para empezar a operar, es decir, para llegar y ponerte delante de un ojo tienes que estar perfectamente mentalizado. Luego tienes que haber visualizado muchísimas cirugías, formarte en todo lo relacionado con el tema. Por ejemplo, el ojo se opera con un microscopio y manejarlo puede parecerte fácil si no lo has usado nunca, pero si lo has utilizado muchas veces te das cuenta de que tienes muchos problemas si no lo dominas. Ahora hay una herramienta muy buena que son los simuladores, de manera que cualquier residente puede ir a trabajar con ojos artificiales y así comenzar a hacer sus prácticas. Las nuevas tecnologías han ayudado mucho a mejorar. Mucho y sobre todo ayudan a que el que va a empezar lo haga con más seguridad. Cuando usted comenzaba, ¿cuál era esa mentalización que ahora dice que deben asumir los residentes que llegan? En aquella época se operaba dos días de cataratas y cada catarata duraba una hora, ahora vienen a durar entre ocho y diez minutos, no tiene nada que ver. Además, no se podía grabar la cirugía para que el residente la viese y discutiese con su tutor. Entonces era una cirugía mucho más difícil de realizar. Una vez que el residente está mentalizado, ¿cuáles son los siguientes pasos? Primero que estudie porque la cirugía no es solo ver y hay muchas cosas que tiene que estudiar. Ahora tiene muchas armas, por ejemplo, los quirófanos suelen estar libres por la tarde, lo que es una oportunidad para dominar el microscopio. También tiene que aprender a dar puntos donde quieran, pero empezando primero por la parte de la piel, lo que se llama cirugía menor, para luego pasar a hacer cirugía de cataratas. Además, debe haber un tutor de cataratas al que tiene que hacerle caso. ¿La oftalmología obliga a una formación continua? Totalmente. La oftalmología cambió radicalmente más o menos en el año 1990 y nosotros en Galicia tuvimos la suerte de que fue cuando vinieron los primeros residentes, algo muy importante porque un servicio sin residentes no crece. Tienes que hacer un esfuerzo para enseñarles, pero también ellos son los que te hacen crecer. ¿Los residentes también aportan al profesional? Mucho. Te obligan a estudiar y a crecer para poderles enseñar. Un servicio sin residentes cada vez es un poco peor. ¿El congreso de Toledo está dirigido exclusivamente para residentes en oftalmología? Lo empezamos cuando yo estaba de presidente de la Asociación Española hace unos ocho años. Buscamos una ciudad fácil de llegar y que tuviera suficiente acogida, este año ya tenemos 390 inscritos. ¿Lleva la cuenta de las operaciones de cataratas que ha hecho? No, pero en el libro decimos que los residentes tienen que tener escrita cada cirugía que hacen, en qué piensan que han podido fallar, cómo tienen que mejorar y siempre con una grabación de vídeo. ¿Qué más consejos aporta el libro? Está dividido en cuatro partes, la primera recoge todo lo que consideramos imprescindible para poder empezar, en ella está incluido el tema de la mentalización. Tenemos una segunda parte en la que los cuatros autores plasmamos nuestra opinión de cómo consideramos que tienen que empezar a hacer la cirugía. En la tercera, varios expertos comentan cómo creen que debe realizarse el proceso.