En Ribadavia continúa la búsqueda de María Rodríguez Pérez, la vecina de 79 años, que desapareció el pasado miércoles.
Según pasan los días sin hallar ningún rastro, se afianzan las sospechas de que puede haber caído al río, teniendo en cuenta la escasa movilidad que tenía por causa de diversas dolencias que padecía. Por ese motivo, una gran parte de los esfuerzos se han centrado en los ríos Avia y Miño, peinando las márgenes y navegando hasta una distancia de nueve kilómetros, ampliando la búsqueda hasta el concello limítrofe de Crecente durante la mañana de ayer. De San Cristovo a Francelos y también hasta Quins, en Melón, y San Esteban de Novoa, en Carballeda den Avia, se ha realizado un intenso barrido que ha resultado totalmente infructuoso.
Por eso, la esperanza de encontrarla con vida es menor cada día que pasa, cobrando más fuerza la hipótesis de que pudo haberse ahogado.
El gran caudal de los ríos y la fuerte corriente de las aguas a consecuencia de la lluvia de los últimos días no ayuda en las labores de búsqueda. La brigada de emergencias de Ribadavia realiza turnos de mañana y tarde navegando con una zódiac, mientras los buzos de la Guardia Civil se sumergieron el pasado jueves en el entorno de la Pasarela da Foz, en donde fue vista por última vez María Rodríguez por una vecina de la localidad. Ese mismo día también se utilizaron perros adiestrados para peinar la zona por tierra, una labor en la que participan cada día familiares de la desaparecida y numerosos vecinos, reforzando a la Guardia Civil, Policía Local y voluntarios de Protección Civil.
SALIÓ DE CASA AL MEDIODÍA
María Rodríguez Pérez abandonaba su domicilio el pasado miércoles en torno a las 13,30 horas sin avisar a su hija con la que convive. Vestía una bata azul y calzaba zapatillas. Después de un primer intento por parte de la familia para localizarla, fueron alertadas las fuerzas de seguridad, que se ponían en marcha ese mismo día a las 16,30 horas, prolongando la búsqueda durante toda la noche y en días sucesivos. Los operativos de salvamento y emergencias continuarán hoy en el Avia, Miño y por tierra.
Por eso, la esperanza de encontrarla con vida es menor cada día que pasa, cobrando más fuerza la hipótesis de que pudo haberse ahogado.
El gran caudal de los ríos y la fuerte corriente de las aguas a consecuencia de la lluvia de los últimos días no ayuda en las labores de búsqueda. La brigada de emergencias de Ribadavia realiza turnos de mañana y tarde navegando con una zódiac, mientras los buzos de la Guardia Civil se sumergieron el pasado jueves en el entorno de la Pasarela da Foz, en donde fue vista por última vez María Rodríguez por una vecina de la localidad. Ese mismo día también se utilizaron perros adiestrados para peinar la zona por tierra, una labor en la que participan cada día familiares de la desaparecida y numerosos vecinos, reforzando a la Guardia Civil, Policía Local y voluntarios de Protección Civil.
SALIÓ DE CASA AL MEDIODÍA
María Rodríguez Pérez abandonaba su domicilio el pasado miércoles en torno a las 13,30 horas sin avisar a su hija con la que convive. Vestía una bata azul y calzaba zapatillas. Después de un primer intento por parte de la familia para localizarla, fueron alertadas las fuerzas de seguridad, que se ponían en marcha ese mismo día a las 16,30 horas, prolongando la búsqueda durante toda la noche y en días sucesivos. Los operativos de salvamento y emergencias continuarán hoy en el Avia, Miño y por tierra.
