La primera borrasca de la temporada, bautizada como Armand, mantuvo a los bomberos activos durante buena parte de la mañana de ayer. Accidentes, alcantarillas atascadas, apagones en semáforos, árboles caídos o tejas sueltas que se precipitaron fueron algunas de las incidencias a las que acudieron los bomberos y la Policía Local.
La combinación de fuertes rachas de viento, que en la ciudad llegaron a 53 kilómetros por hora, con las lluvias torrenciales que acumularon más de 30 litros por metro cuadrado en pocos minutos, mantuvieron activo el aviso amarillo durante toda la mañana. Hoy y el viernes se repetirá la situación tormentosa durante la tarde. La siguiente semana también será muy similar: se esperan precipitaciones todos los días.
Las incidencias comenzaron ayer a las 7 de la mañana. Un árbol se precipitó sobre un vehículo en la calle Xosé Luis López Cid, al mismo tiempo que los agentes locales recibían un aviso por unos contenedores desplazados en la rotonda de Emilia Pardo Bazán. Varios árboles se precipitaron también en Ervedelo, en la rúa Concejo y en el paseo Beiramiño.
En varias zonas de la ciudad hubo inundaciones por el estado del alcantarillado, un problema con solera en Ourense que el año pasado obligó a cerrar dos negocios en la calle Cervantes. A las 7,30 horas de la mañana, la avenida de Castelao ya estaba embalsada. Lo mismo ocurrió en Ponte Ribeiriño y en la rotonda de A Valenzá. Además, en la glorieta de Basilio Álvarez, en la carretera de Reza y en Celso Emilio Ferreiro se formaron balsas de agua que hubo que achicar para evitar mayores estancamientos.
En Rairo, en Valle Inclán, en la avenida de Marín y en la plaza Don Bosco las tapas del alcantarillado salieron despedidas de su habitual ubicación. Y, además, el agua entró en el interior de un bar de la calle Júpiter y en el centro cívico de Cervantes.
Unas tejas en mal estado también movilizaron a emergencias, ya que un vecino alertó de que habían caído sobre su vehículo en Pena Nofre.
Los problemas también afectaron a numerosas viviendas. En la ciudad, 2.000 personas se quedaron sin luz durante 40 minutos y, de ellas, 200 lo sufrieron más de una hora.
Hasta 1.200 personas se quedaron sin luz horas en Cortegada
En la provincia ourensana también se registraron incidencias. En Celanova, los bomberos tuvieron que salir en tres ocasiones, entre las 7.30 y las 8.00 horas, para retirar dos árboles caídos en las carreteras de Escudeiros a Cerdal, dentro del término municipal de Ramirás, y en Espiñoso, en Cartelle. Además de una tercera salida en los accesos al polígono de Celanova (en la rotonda de la OU-531), para retirar un cable de la calzada.
Por otra parte, en el municipio de Cortegada los residentes se quedaron sin luz desde las 6 de la mañana. La tormenta provocó una avería que no se reparó hasta mediodía. Resultaron afectados sobre 1.200 habitantes.
En el resto de la provincia, pese a que no registraron graves incidencias, las condiciones meteorológicas fueron adversas. En Manzaneda se llegaron a acumular 50 litros por metro cuadrado y en Xares se registraron rachas de más de 137 kilómetros por hora, las más fuertes de Galicia.
