Según datos de la Cámara Mineira de Galicia, hasta febrero de 2013 se habían solicitado y estaban pendientes de otorgar en Galicia 544 derechos mineros, se habían otorgado 1.090 y habían caducado 684. Dentro del concurso del 2011 puesto en marcha por la Xunta de Galicia para reactivar explotaciones cerradas, están en trámite más de 30 solicitudes de derechos mineros en la provincia de Ourense, mayoritariamente permisos de investigación. Además, fuera de concurso, en el año 2012 se inició la tramitación de cuatro solicitudes de derechos mineros más.
Son datos que hablan de un creciente interés por las explotaciones mineras en los últimos años, que desde la Cámara Mineira atribuyen al 'aumento de las cotizaciones de los minerales metálicos, así como un incremento de la demanda por parte de determinados países de este tipo de minerales y adelantos en las técnicas de extracción que permiten hacer rentables explotaciones que antes no lo eran', en palabras del director de la Cámara Mineira, Diego López.
El granito, la pizarra y las piedras ornamentales centraron hasta hace unos años el interés en la provincia -algo lógico si se tiene en cuenta que Galicia produce más del 45% de la pizarra mundial para cubiertas y la industria gallega del granito es la segunda más importante de Europa, tan sólo detrás de Italia, según datos de la Cámara Mineira-, pero desde 2005 se está abriendo el abanico a nuevas posibilidades como el wolframio -un metal del que Galicia fue, durante la II Guerra Mundial, productor destacado-, el feldespato o el tantalio, todos ellos materiales de importancia para industrias como las de la electrónica o el vidrio.
Cuatro de estas licencias de explotación minera -en Castrelo de Miño, Xinzo y Viana- están provocando críticas vecinales.
El granito, la pizarra y las piedras ornamentales centraron hasta hace unos años el interés en la provincia -algo lógico si se tiene en cuenta que Galicia produce más del 45% de la pizarra mundial para cubiertas y la industria gallega del granito es la segunda más importante de Europa, tan sólo detrás de Italia, según datos de la Cámara Mineira-, pero desde 2005 se está abriendo el abanico a nuevas posibilidades como el wolframio -un metal del que Galicia fue, durante la II Guerra Mundial, productor destacado-, el feldespato o el tantalio, todos ellos materiales de importancia para industrias como las de la electrónica o el vidrio.
Cuatro de estas licencias de explotación minera -en Castrelo de Miño, Xinzo y Viana- están provocando críticas vecinales.
