APICULTURA

La recogida de la cosecha de la miel apunta a una caída del 80%

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photo_camera Un apicultor trabajando en sus colmenas, en una imagen de archivo.

El consejo regulador dice que Verín, A Gudiña o Viana tendrán una producción "baja o casi inexistente" 

El inicio de la campaña de recogida de miel en la provincia confirma la previsión de una drástica reducción en la recolección. Si en un principio se hablaba de un 40%, ahora desde la propia Mel de Galicia avanzan que varios puntos de la provincia, como Verín, A Gudiña o Viana, tendrán una producción "baja o casi inexistente". El consejo regulador estima que en toda la comunidad autónoma este año se recogerá una media de un 50% menos de miel que en el pasado año. Las cifras son incluso peores en algunas zonas de la provincia de Ourense, llegando incluso a un 80% de reducción.

Una primavera temprana, las posteriores heladas y la escasez de lluvias han provocado que desde asociaciones de apicultures se estimen recogidas de miel incluso nulas como las zonas de Verín, Viana, A Gudiña o A Mezquita, las más afectadas y principales productoras de miel en Galicia. "En estas zonas están alimentando a las abejas. No recuerdo un año igual en más de 30 que llevo en esto", asegura un miembro de Abellas Nais, la asociación de apicultores de Barbadás, desde donde afirman que "hay quien no ha recogido nada, es un desastre".

La zona de la costa gallega prevé una buena cosecha, puesto que el clima allí es más suave y las heladas casi inexistentes. Gracias a la floración del eucalipto entre otras, "la recogida en cantidad y calidad será muy buena", afirman desde Mel de Galicia.

A los problemas derivados de una climatología cambiante hay que añadirle la llegada de especies invasoras foráneas, como la velutina, un avispón asiático muy agresivo. En las zonas afectadas por este invasor, fundamentalmente en la provincia de Ourense, la merma de abejas por depredación llega incluso a 500 al día, a lo que hay que añadir los cambios que produce en un ciclo tan perfecto como es el de la miel. "La velutina llega a la colmena de abejas y espera a las recolectoras para atacarlas cuando llegan con el polen" cuenta Alfonso Iglesias, miembro de Abellas Nais y propietario de su propia planta de envasado. "La velutina llega y se queda quieta como un helicóptero. Ante su presencia las abejas no salen de la colmena con lo que ni generan miel ni acumulan reservas para el invierno". Un escenario que obligó a algunos apicultores a preparar las colmenas para que las abejas pasen el periodo invernal lo mejor posible. "El tiempo no se controla, pero es necesario invertir más en investigación para controlar también a los invasores", recuerda Alfonso Iglesias.

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