Reencuentro en el instituto tras seis meses: “Hay nervios"

El primer ensayo de la vuelta al aula en el curso poscovid se celebró ayer en un centenar de centros educativos de la provincia. Alumnado de ESO y Bachillerato regresó al aula para la realización de los exámenes extraordinarios, el llamado "septiembre" de asignaturas pendientes. La afluencia a estas pruebas no es comparable con lo que supondrá en apenas dos semanas la incorporación de cerca de 30.000 escolares en Ourense–desde la etapa de Infantil hasta Bachillerato–, pero sí sirvió a los institutos de obligación para adaptar las instalaciones al curso pospandemia, una tarea especialmente difícil en centros grandes y con aulas justas para alumnado numeroso. Gimnasios, salones de actos y hasta bibliotecas cobran nueva vida para garantizar las medidas sanitarias. Exámenes en el gimnasio La estampa de chavales examinándose en el polideportivo del colegio–ya vivida en el mes julio con la Selectividad realizada en pabellones de institutos de la provincia–no será la última vez que se repita. Para los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria que ayer se presentaron a asignaturas pendientes, este fue el primer reencuentro con el aula tras más de seis meses desde que se decretó el estado de alarma. Medio año sobreviviendo a docencia y evaluación online. Muchos compañeros también se reencuentran por primera vez en el que es la puerta de entrada a la socialización: el instituto. Alba Piñeiro, alumna del IES Eduardo Blanco Amor, espera su turno para entrar al polideportivo del centro en el que se examinará de alguna asignatura pendiente. Hace seis meses que no pisa el instituto y recuperará Inglés y Lengua Castellana. "Después de tanto tiempo, nos sentimos raros. ¿Nervios? Un poco", dice esta joven de 1º de la ESO. Daniela González, también del mismo curso, se confiesa más nerviosa: "Uf, mucho". Tienen claras las instrucciones: "Lo haremos en el pabellón y las mesas están perfectamente separadas, así que estamos tranquilas por el tema seguridad". Saray González, que se examina de Matemáticas e Inglés, le quita hierro al asunto del curso escolar poscovid. "Tenemos que llevar todos mascarilla y tenemos distancia de seguridad. Esa parte la llevo bien. Más nerviosa estoy por los exámenes, por lo demás nada", bromea la joven. Noa Rodríguez, otra alumna del IES Eduardo Blanco Amor, espera a la salida del instituto para ser llamada a la mesa a las 11,30 horas. También es estudiante de la ESO y se reencuentra con el aula después de medio año. Esta vez, será el polideportivo. "La educación desde casa fue complicada, un poco rollo", explica la joven. Divididos por filas según el curso al que pertenece el alumnado–en unas semanas serán los llamados "grupos burbuja–los estudiantes se colocan en mesas con distancia de un metro y medio de seguridad. "Lo de copiar va a estar complicado", se escucha de fondo en el polideportivo del centro. El esfuerzo del alumnado en unos meses especialmente duros, sin la conexión presencial con el profesor, se tiene en cuenta por los docentes. El director del IES Eduardo Blanco Amor, Carlos Ferreiro, señala que estos exámenes presenciales servirán de "prueba" para el inicio de curso, que arranca el 16 de septiembre para ESO y Bachillerato. "Esto va a ser lo fácil porque por el sistema de evaluación del pasado curso, son pocos alumnos los que quedan para septiembre. Nos quedan pendientes las ratios por grupo y el tema de la contratación de profesores. El acuerdo con el Ministerio de Educación contempla muchas medidas de las que ya había en el protocolo de la Xunta de julio, entonces hemos podido adelantarnos antes con medidas", explica Ferreiro. Con todo, y compartiendo una de las demandas generales de los centros, "se necesita un profesor más para las nuevas guardias". En el IES Otero Pedrayo también arrancaron ayer los exámenes de septiembre, con un horario amplio para favorecer la distribución del alumnado, a pesar de que también es escasa la participación en estas pruebas extraordinarias. Desde las 8,30 de la mañana se celebraron las pruebas. Además, el instituto ya habilitó aulas nuevas para dar cabida a 700 alumnos. Los estudiantes de 2º de Bachillerato con asignaturas pendientes que recuperan ahora se enfrentarán a las pruebas de acceso universitario extraordinarias los próximos 15, 16 y 17 de septiembre.