La reforma del monasterio de Melón, parada y en la Justicia

Los monumentos en ruinas de la provincia se multiplican. Hispania Nostra ya sitúa a nueve bienes patrimoniales ourensanos en su Lista Roja y algunos, como el monasterio de Melón, Bien de Interés Cultural, son un ejemplo del abandono al que los someten las administraciones y del problema para conseguir que un proyecto de rehabilitación llegue a buen puerto. Según ha confirmado el Gobierno central, la restauración de las alas norte y sur del claustro del monasterio de Melón, con la intención inicial (ya descartada) de convertirlo en hotel, iniciada en 2018, está completamente paralizada. Este clásico durante años de los presupuestos del Estado para la provincia, una obra largamente demandada durante casi dos décadas, yace abandonado. Para volver a ponerlo en marcha habrá que redactar un nuevo proyecto, empezando de cero. El contratista de las obras de rehabilitación ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo, solicitando la resolución del contrato más una indemnización de 342.566, 24 euros. El Ministerio de Fomento había adjudicado las obras del claustro por 1,5 millones, con cargo al 1,5 % cultural, a finales de 2017. El Estado fue el organismo de contratación, si bien Concello de Melón y Xunta aportaron el proyecto y su dirección facultativa. Las obras se iniciaron el 18 de enero de 2018 y tenían un plazo de dos años y medio, por lo que deberían estar ya rematadas. Sin embargo, durante la ejecución hubo “serias discordancias” entre la dirección facultativa, cuya contratación financió y ejecutó la Xunta, y la empresa adjudicataria, contratada por el Gobierno central, sobre cómo entender el proyecto redactado y su viabilidad real. “La imposibilidad de acuerdo entre las partes llevó a la paralización de las obras”, confirma el Gobierno. Así, en julio de 2019 se acordó suspenderlas hasta la rescisión del contrato, al constatar que ya estaban paradas desde hacía meses, según los informes de la dirección facultativa. El proyecto de arreglo del claustro era inviable y se tendrá que empezar de cero, con posible indemnización previa Las obras no podrán continuarse a corto plazo. Al haber un proceso judicial, deberá esperarse a que se dé por extinguido el contrato. En todo caso, el Gobierno aclara que habría que comenzar de nuevo y no abre las puertas del todo: “De volver a licitarse el contrato de obra, será necesario disponer de un nuevo proyecto de ejecución en el que se hayan subsanado las deficiencias del proyecto inicial y clarificado el uso final que se pretende dar al edificio”. Sin uso claro A finales de 2019, con el cambio de gobierno en Melón, se optó por enterrar la idea de destinar a local hotelero el monasterio. El regidor prefiere ahora un centro agrícola de investigación y producción.