Misas, oraciones y velas volvieron a ser los protagonistas en un ciclo religioso que congregó a numerosos fieles en la capilla del siglo XVI
Los fieles ourensanos siempre han sentido una veneración especial por la Virgen de los Remedios. De tal forma que cada 8 de septiembre se celebra la romería que culmina nueve días de oficios religiosos. La capilla del siglo XVI emplazada junto a la Ponte Vella es el lugar elegido. Y año tras año se queda pequeña, señal de la devoción que sienten los ourensanos por estas tradiciones religiosas con las que muestran su fervor mariano, en un día especial para la fe, con la novena en honor a la Virgen de los Remedios coincidiendo con el último día también de la romería de los Milagros. Los miles de fieles ourensanos volvieron, un año más, a dividirse. Los unos caminan por la noche para estar de buena mañana en los diferentes actos religiosos en Molgas; los otros quedan en la ciudad pero siguen los actos con tanta o más pasión.
La capilla de Nuestra Señora de los Remedios fue declarada Patrimonio Nacional en los años 60. Más tarde fue distinguida como Bien de Interés Cultural e incluida en el Camino de Santiago. Un incendio en el año 2010 dejó únicamente en pie las paredes. Ni siquiera la Virgen de los Remedios se salvó de la quema. Ni los retablos ni los regalos que habían ido dejando los fieles. La fe mueve montañas y hoy, siete años después, todo está como si nada hubiese pasado.
