Las obras de mejora del firme de la carretera N-525, en la ciudad, continúan generando retenciones kilométricas. Los trabajos colapsaron de coches en la mañana los accesos desde la autovía Rías Baixas y la N-120.
Los conductores tuvieron que soportar ayer una larga caravana tanto para salir como entrar en el casco urbano de la ciudad a través de la carretera N-525. La fila de vehículos a lo largo del citado vial llegaba a las 13.00 horas por un lado hasta O Piñeiral y, por otro, hasta O Pino.
La cola se produjo debido a las obras de pavimentación, que ayer afectaban a la rotonda de Ervedelo. Los operarios cortaron un carril y daban paso alternativo a los conductores por el otro. El colapso afectó a las calles del barrio de O Couto, por las que optaron por circular la mayoría de los conductores para evitar el atasco. Mientras, la N-120 (Ourense-Vigo) y la N-541 (Ourense-Carballiño) quedaban colapsadas al no poder avanzar los conductores debido a los coches que estaban parados en los enlaces con la N-525.
La cola se produjo debido a las obras de pavimentación, que ayer afectaban a la rotonda de Ervedelo. Los operarios cortaron un carril y daban paso alternativo a los conductores por el otro. El colapso afectó a las calles del barrio de O Couto, por las que optaron por circular la mayoría de los conductores para evitar el atasco. Mientras, la N-120 (Ourense-Vigo) y la N-541 (Ourense-Carballiño) quedaban colapsadas al no poder avanzar los conductores debido a los coches que estaban parados en los enlaces con la N-525.