Acercarse a Verín es siempre buena idea en el inicio de sus señaladas fiestas, y en esta ocasión se hace especial por coincidir la puesta en marcha de dos iniciativas culturales de transversal decir, la de las Ferias del Libro de Galicia, y la del ‘Claustro MCM
Es el aire de primavera luminoso estos días del fin de semana. Es Jorge Guillén en la memoria (¡Oh luna, cuánto abril, ¡qué vasto y dulce el aire!). Es el inicio de la cuenta atrás para la Pascua, de ‘Lázaro, Ramos, en Pascua estamos’. Acercarse a Verín es siempre buena idea en el inicio de sus señaladas fiestas, y en esta ocasión se hace especial por coincidir la puesta en marcha de dos iniciativas culturales de transversal decir, la de las Ferias del Libro de Galicia, y la del ‘Claustro MCM’. Este es un proyecto de hondo aliento desde el creativo impulso de Fernando Barreira Mateo, que se ha puesto a andar con una exposición retrospectiva. Esta opera como un aperitivo para abrir boca, un desplegar de velas para que la nave se ponga a andar… En el entorno del patio del convento de la Merced, claustro y sobreclaustro del área urbanística antigua, espacio histórico de esencia verinense que creció desde el siglo XVI al lado de la capilla de la Misericordia, que desapareció en los avatares del tiempo y la insensibilidad. El plan es ubicar las secciones de etnografía y arqueología en la planta baja, y el archivo histórico; en el piso alto la exposición permanente de una selección del patrimonio artístico y documental, en la gran sala de fachada, con las secciones de restauración/patrimonio y proyectos/multiusos en el ala sur. Es, en suma, un desarrollo del MCM en el edificio que la Orden conventual cede al Concello para la puesta en marcha de una hermosa idea. Este contempla asimismo la exhibición, arriba de los fondos de museos, colecciones y fundaciones, y de préstamos de arqueología; y de muestras contemporáneas y exposiciones temporales, abajo, en el nivel de entrada. Aquí, precisamente se inicia el proyecto con una exposición irrepetible.
BARREIRA UNREPEATABLE
El internacional artista, tras la ventana al proyecto del claustro mercedario, arropa la apertura con una muestra asimismo desde la raíz, en este caso la suya, con una selección de obras que abarcan desde los noventa hasta alguna de las más recientes, que aquí muestra por vez primera. Tras el éxito de público y crítica de su exposición en la galería ourensana Visol, y de haber expuesto desde Mallorca a Porto/Portugal, Madrid o Málaga, o en aquella gran retrospectiva del museo municipal de Ourense en 2010, que fue una envasada síntesis de un camino de más de veinte años, aparece esta conjunción de Verín, por San Lázaro, con Xosé Carlos Caneiro, escritor natural de estas tierras, pregonando el día anterior en la carpa de la Feria del libro los placeres de leer, al que siguió la presentación de su último libro. Fernando Barreira ofreció al público otra estrena el sábado. Son de gran formato, tres por ala. En la del norte, o de la iglesia, tres trípticos, obras todas bien significadas, caso de la Vanidad, o las inspiradas en las Meninas. Con ellas, con el logo del futuro centro sobre peanas, hay bronces, como el de Maribárbola, y una ilusión…
