El reventón de una tubería del abastecimiento dejó ayer a alrededor de 7.000 viviendas de los barrios de Barrocás, Inmaculada, Santa Mariña y Os Rosais de la ciudad sin suministro de agua durante más de seis horas. La avería, que se registró poco antes de las 13,00 horas, obligó a cortar al tráfico la carretera de A Granxa. El agua comenzó a salir a la superficie en la intersección de la carretera de Granxa con la calle Serra San Mamede después de minar unos 20 metros de firme en ambos viales.
Alrededor de unas 7.000 viviendas de los barrios de Barrocás, Inmaculada, Santa Mariña y Os Rosais quedaron ayer sin suministro de agua potable debido a una rotura de la tubería de la red general.
El reventón se produjo poco antes de las 13.00 horas a la altura de la intersección que forma la carretera de A Granxa y la calle Serra San Mamede cuando los trabajadores de la concesionaria del servicio, la empresa Aquagest, se encontraban a escasa distancia de la zona reparando una pequeña grieta que se había registrado en otra tubería del abastecimiento.
El agua comenzó a salir a la superficie después de ocasionar un gran socavón, de unos 20 metros de largo, en el firme de ambos viales. El chorro ocasionó daños cuantiosos por debajo del asfalto antes de salir al exterior, explicó el edil de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.
Los operarios cortaron de inmediato el suministro para, acto seguido, reponer la tubería afectada, que es de fibrocemento y tiene 40 años de antigüedad.
Los trabajadores abrieron una zanja de más de 20 metros y optaron por cambiar unos seis metros de tubería para restablecer los más pronto posible el suministro. Había otra posibilidad, cambiar unos 20 metros de tubería, dado que hay peligro de que se produzca otro reventón en la zona, pero esto no per mitiría dar agua a los vecinos hasta las diez de la noche. Optamos por la primera opción para que el vecindario estuviera el menor tiempo posible sin agua, recalcó Demetrio Espinosa, añadiendo que en los próximos días se renovará, con cortes de agua puntuales, todo el tramo de tubería afectado.
El alcalde, Francisco Rodríguez, acompañado de Demetrio Espinosa y los técnicos de Aquagest, se desplazaban sobre las cinco de la tarde a la zona para comprobar el alcance del reven tón, que inundó los viales de la zona, aunque sin ocasionar daños en propiedades privadas. Sobre las siete de la tarde, los vecinos volverán a tener agua, aseguraba Demetrio Espinosa. Este es el segundo reventón en dos meses en la zona.
Ni nos podemos lavar
La carretera de A Granxa permanecía cortada a las seis de la tarde debido a la avería. Mientras, los vecinos se abastecían de agua en los supermer cados e incluso en la fuente pública que hay en la plaza de los que se conoce como Barrocás antiguo. Para hacer la comida tuvimos que comprar. Lo gra ve es que ni nos podemos lavar las manos y la cara, explicaba un afectado, lamentando los sucesivos cortes de agua que sufren por averías en la red.
El reventón se produjo poco antes de las 13.00 horas a la altura de la intersección que forma la carretera de A Granxa y la calle Serra San Mamede cuando los trabajadores de la concesionaria del servicio, la empresa Aquagest, se encontraban a escasa distancia de la zona reparando una pequeña grieta que se había registrado en otra tubería del abastecimiento.
El agua comenzó a salir a la superficie después de ocasionar un gran socavón, de unos 20 metros de largo, en el firme de ambos viales. El chorro ocasionó daños cuantiosos por debajo del asfalto antes de salir al exterior, explicó el edil de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.
Los operarios cortaron de inmediato el suministro para, acto seguido, reponer la tubería afectada, que es de fibrocemento y tiene 40 años de antigüedad.
Los trabajadores abrieron una zanja de más de 20 metros y optaron por cambiar unos seis metros de tubería para restablecer los más pronto posible el suministro. Había otra posibilidad, cambiar unos 20 metros de tubería, dado que hay peligro de que se produzca otro reventón en la zona, pero esto no per mitiría dar agua a los vecinos hasta las diez de la noche. Optamos por la primera opción para que el vecindario estuviera el menor tiempo posible sin agua, recalcó Demetrio Espinosa, añadiendo que en los próximos días se renovará, con cortes de agua puntuales, todo el tramo de tubería afectado.
El alcalde, Francisco Rodríguez, acompañado de Demetrio Espinosa y los técnicos de Aquagest, se desplazaban sobre las cinco de la tarde a la zona para comprobar el alcance del reven tón, que inundó los viales de la zona, aunque sin ocasionar daños en propiedades privadas. Sobre las siete de la tarde, los vecinos volverán a tener agua, aseguraba Demetrio Espinosa. Este es el segundo reventón en dos meses en la zona.
Ni nos podemos lavar
La carretera de A Granxa permanecía cortada a las seis de la tarde debido a la avería. Mientras, los vecinos se abastecían de agua en los supermer cados e incluso en la fuente pública que hay en la plaza de los que se conoce como Barrocás antiguo. Para hacer la comida tuvimos que comprar. Lo gra ve es que ni nos podemos lavar las manos y la cara, explicaba un afectado, lamentando los sucesivos cortes de agua que sufren por averías en la red.
